Salud Pública garantizará el tratamiento para la pequeña que sufrió quemaduras

Salud Pública provincial informó que, a través del hospital Francisco López Lima, “se están afrontando de manera total los requerimientos que surjan del tratamiento de la pequeña niña”.

Días atrás, “Río Negro” publicó el caso de Amanda, la beba roquense de 10 meses que sufrió una quemadura en gran parte de su rostro tras un accidente doméstico con un caloventor. Su madre y familiares iniciaron una campaña de ayuda para solventar los costos médicos del tratamiento ya que había sido derivada para su atención a una clínica neuquina. La pequeña debe ser intervenida y luego continuar con una atención médica prolongada. Sus familiares necesitaban reunir al menos 60.000 pesos.

Sin embargo, desde el Ministerio se explicó hoy que se realizaron “todas las gestiones correspondientes para lograr la inmediata atención de la menor con un especialista en cirugía plástica de una institución privada de Neuquén. Esta medida se tomó a fin de lograr los mejores resultados y disminuir las secuelas de la importante lesión sufrida en un incidente doméstico”.

“Por encontrarse en el inicio del tratamiento y tras haber realizado el día 16 de agosto la primera consulta con el especialista, es que aún no ha sido solicitado material alguno para continuar con el tratamiento. Pese a ello, se mantiene un contacto estrecho con el especialista a fin de poder anticipar todo aquello que se necesite para atención de la menor”, indicaron.

La aclaración se realizó a través de la Secretaría de Gestión Hospitalaria, encabezada por Daniel Aroca y la Auditoría y Gestión Extrahospitalaria del centro asistencial de Roca.

“La indicación médica de la pequeña sostiene que presenta quemaduras de tipo AB y B que afectan su mejilla derecha, mentón y labio superior. Por el tipo de lesión requiere cobertura cutánea con sustituto dérmico ‘Integra’ o injerto de piel”, se detalló.

Dadas las características y localización de la lesión, la cobertura con “Integra” ofrece un mejor resultado estético y funcional al no retirarse como el injerto de piel. “El paciente previo a la cirugía requiere estar bajo anestesia para preparar el lecho cruento y posterior cobertura cutánea. Posteriormente requiere de controles y presoterapia rígido traslúcida, sobre todo en caso de injerto de piel, y controles periódicos hasta haberse logrado la madurez de la cicatriz, lo que demandará poco más de un año”, se informó.


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