Trasladar la Ruta Nacional Nº 22 a la barda norte, el proyecto que resurge

No les importa que hayan pasado dos meses desde la celebración de la Audiencia Pública por el futuro de la Ruta Nacional 22. Son una docena de profesionales, referentes de instituciones y vecinos, que hicieron oír su voz en dicha instancia participativa y que desde ese día se mantienen en contacto. Ésta semana volvieron a salir al cruce por el proyecto de la autopista, pero con un acta intención bajo el brazo.

Un “Plan de Desarrollo del Sistema de Infraestructura Vial Integrada de la región del Alto Valle y la Confluencia” respalda su petición. Eligieron a la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio de Roca (CAIC) como la institución anfitriona y convocaron a otras instituciones, empresas y personas a adherir a su proyecto.

Proponen para el corto plazo la ampliación de la Ruta Nacional 22 a cuatro carriles con guardarraíl en el centro, y rotondas o semáforos para los cruces más complicados. Y para una segunda etapa, la conversión de la traza actual en una vía provincial y habilitación de una “Nueva Ruta Nacional 22” en la barda norte, en el camino que recorre un gasoducto y que podría conectar desde Regina hasta Cipolletti, según se destacó. Se trata de la red que se emplaza unos 8 kilómetros al norte de la rotonda ubicada en el cruce de Ruta Provincial 6 y calle Newbery.

El Consorcio de Riego y Drenaje, la Estación Experimental Alto Valle y la Agencia de Extensión Rural del INTA, el Colegio Profesional de Ingeniería Agronómica Río Negro, el Colegio de Arquitectos, la Cámara de Productores Agrícolas y la Asociación Civil Parque Industrial I, son algunas de las entidades de Roca que firmaron el acta. También lo hicieron vecinos con distintas profesiones –abogados, arquitectos y un veterinario, entre otros– comprometidos con el tema. Desde el municipio se manifestó al grupo apoyo a su petición y en los próximos días se sumaría la firma de ediles del Concejo Deliberante, según se adelantó.

Su plan pasó los límites de ésta ciudad y también recibió el visto bueno de personas e instituciones de Cipolletti, Fernández Oro y Allen.

“Si ponen la muralla será imposible, nos parten a la mitad”, manifestó Carlos Ferreiro, veterinario de Roca. “Nos preguntan porqué seguimos con este tema, no podemos resignarnos”, apuntó el hombre que adelantó que en los próximos días el documento será elevado al gobierno provincial “que tendría que dar el veredicto sobre impacto ambiental”. El próximo paso sería presentarlo ante Vialidad Nacional.

Detalles del plan

En el acta intención se sostiene que en el proyecto de la obra prevista para el tramo Chichinales-Cipolletti y la sección que refiere a los accesos a Cervantes y J.J. Gómez, “se describen sintéticamente las dimensiones de análisis que consideramos no han sido profundamente evaluadas. Además señalan que “se presume de iguales características y cuyos cambios de jerarquía de autovía a autopista y por consiguiente de proyecto han sido decididos de manera unilateral por la Administración Nacional”.

“La Ruta Nacional 22 en los tramos de análisis está colapsada y presenta una notable y creciente incompatibilidad con el tipo de tránsito. Pretender solucionar todos éstos problemas con un sólo proyecto constituye un problema en sí mismo”, enfatiza un fragmento del texto.

El documento refiere a que “la Nueva Ruta Nacional 22” podría ser la vía de escape en caso de colapso de alguna de las presas localizadas en la cuenca de los ríos Limay y Neuquén. Además, plantean que podría reunir el flujo de tránsito pasante de transporte de cargas de combustibles y sustancias peligrosas, colectivos, vehículos y tránsito de equipos y maquinarias de gran porte.

En tanto, el plan avanza en definir el flujo del tránsito de la Ruta Provincial 65 para transporte de insumos y producción para el área productiva, pasajeros intrarregional y vehículos menores.

Para la actual Ruta 22 –que se proyecta como provincial– proponen concentrar el mismo tránsito que en la Ruta 65 y también principalmente de vehículos menores que circulen en el Alto Valle de Río Negro y la confluencia del río Neuquén y Limay, turismo regional y vehículos de pasajeros.

El acta intensión avanza además en la idea de mantener los accesos a la ciudad de Roca en donde están, y que el flujo del tránsito sea organizado mediante rotondas o con semáforos. “A medida que se necesiten más vías de contacto, hacer igual que las vías y abrirlos, o colocar rotondas”, amplió Ferreiro.

En números

Tres preguntas al proyecto de Vialidad

¿Es sensato ejecutar una autopista de alta velocidad en los 90 KM de la Ruta 22 que se orienta a futuro como una travesía urbana?

¿Es sensato ejecutar una autopista en 50 m de ancho (lo deseable según VN son más de 100 m) que interfiere dramáticamente con el normal funcionamiento de los sistemas de riego y drenaje del Alto Valle y comprime los bordes productivos, elevando índices de contaminación ambiental sin siquiera evaluar sus consecuencias?

¿Es sensato ejecutar una autopista con cruces elevados sobre terraplenes a 8 m en medio de un ecosistema configurado entre bardas norte y sur?