A 60 años de la primera Constitución de Río Negro

El debate por la sede de la capital de la provincia fue uno de los que más tiempo insumió a los convencionales. Se resolvió con un artículo transitorio.

 

El Teatro Argentino de Viedma, dicen las crónicas de esos años, fue la sede en 1957 de un proceso que marcó un nuevo comienzo para la provincia de Río Negro. Allí entre septiembre y diciembre de ese año, 24 convencionales de distintos partidos políticos debatieron, se enfrentaron y analizaron la normativa fundamental que guiaría el destino de los ciudadanos al sur del río Colorado.

Ya desde la previa a la Convención Constituyente, encargada de redactar el texto de la futura Constitución rionegrina, el tema de la capital venía haciendo ruido en los pasillos, las charlas de café, las reuniones de partido.

Viedma ostentaba años de historia, desde que Buenos Aires conformó la Gobernación de la Patagonia, allá por 1878, cuando aún era llamada Mercedes de Patagones. Sin embargo, la zona del Alto Valle reclamaba ser reconocida, por el sacrificio de los pioneros. Aseguraban tener mejores vías de comunicación con la mayoría de las poblaciones, disponibilidad de personal para cumplir las funciones del Estado y de medios de comunicación que sometieran al gobierno al “fácil contralor de la opinión pública”. Así enumeraba las condiciones más convenientes la editorial de “Río Negro” del viernes 25 de octubre de 1957.

La política y los localismos le sumaron chispas a los debates. Es que el radicalismo, representado en aquellos años por la UCRP (Unión Cívica Radical del Pueblo) y la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente) eran las que más bancas ocupaban en la Convención. La primera tenía su peso en el Alto Valle, mientras que los intransigentes hacían lo propio desde Viedma. Ambas localidades eran las que contaban, además, con mayor número de representantes, con cinco y nueve respectivamente.

A su vez, Julio Rajneri, referente y por muchos años director de este medio, integraba la Convención, como dirigente de la UCRP. En medio de esa puja de intereses, ideologías y regionalismos, abundaron las acciones desde el Valle para ganar la pelea. Desde el pedido para que alguna de las sesiones de la Convención se hiciera en Roca, la conformación de una comisión Pro Roca Capital, manifiestos y hasta comunicados de la CGT.

Hubo de todo, mientras los vecinos, sobretodo testigos de lo que sucedía en Viedma, seguían expectantes las noticias de cada semana.

Los días pasaron y la redacción de la normativa terminó sin que llegara una solución al dilema. Participaron también dirigentes del Partido Socialista, la Democracia Cristiana, Demócratas Progresistas y Demócratas de Río Negro. Como estaba vigente el gobierno militar del presidente de facto general Pedro Aramburu, el justicialismo estaba proscrito.

Por acuerdo entre los partidos, el artículo 4° de aquel documento definió que “la sede se determinaría mediante ley especial de la Legislatura”.

Recién en 1973, con la ley 852 en la gestión de Mario Franco, se tomó la discutida decisión, ratificando a Viedma como capital.

 

“Las autoridades de la Provincia residirán en la ciudad que se declare capital por una ley especial de la Legislatura”.

Texto del artículo 4º de la Constitución rionegrina de 1957.

Una mujer

en la presidencia

Las autoridades que dirigieron el debate fueron encabezadas por una mujer. Nelly Frey de Neumeyer, de la UCR del Pueblo, era la única integrante femenina del cuerpo, hija de pioneros de la provincia. La secundaron como vicepresidente 1°, Manuel Bustamante; 2° Roberto Cirigliano y secretarios Julio César Avilés y Carlos Nielsen.

La designación de esta representante de Bariloche fue la primera del país.

Viedma y Roca eran las ciudades con más cantidad de representantes y las que se disputaban la capitalidad de la provincia.

El recinto

en un antiguo cine

El Teatro Argentino funcionó como cine hasta un año antes del debate por la constitución. Y quedó para siempre ligado a la actividad parlamentaria, porque es allí donde hoy funciona la Legislatura propiamente dicha, después de muchas refacciones y ampliaciones.

Según explican en el portal oficial legislativo, “lo compró la Gobernación territoriana con el objetivo inicial de llevar a cabo allí la Convención Constituyente de 1957”.

Tiempo después juró allí el primer gobernador constitucional, Edgardo Castello.

 

Datos

“Las autoridades de la Provincia residirán en la ciudad que se declare capital por una ley especial de la Legislatura”.
Viedma y Roca eran las ciudades con más cantidad de representantes y las que se disputaban la capitalidad de la provincia.

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