Arte: del agua al desierto

Como gestor cultural creó Barda del Desierto, una original propuesta que va por su quinta edición, donde diez artistas conviven, crean y comparten arte con la comunidad de Cordero.

Yo soy: Nicolás rey

p- En diez palabras, o menos, ¿quién es Nicolás Rey?

r- Una persona que inventa sus propios juegos.

p- ¿Cómo se gestiona cultura desde este rincón de la Patagonia?

r- Gestionar cultura es gestionar con la identidad. Gestionar cultura es, primero que nada, saber pararse y definirse, porque entendiendo quiénes somos podemos definir hacia dónde queremos ir. Este rincón de la Patagonia es un gran campo de juegos.

p- ¿Qué es Barda del Desierto?

r- Es un formato sencillo de cómo poder activar socialmente un espacio con prácticas artísticas. Lo único que hace falta es una escuela disponible en período de vacaciones para transformarla en residencia para artistas. Barda del Desierto es la forma que encontramos de federalizar el campo de acción del arte contemporáneo. Tocó en Cordero porque es el lugar que habito y es donde más me gusta trabajar, pero podría ser en cualquier punto.

Barda del Desierto es una plataforma de trabajo independiente que llevamos adelante con María Eugenia Cordero, Aixa Sacco, Fabio Tremonte, y la colaboración de curadores que año a año nos acompañan coordinando cada edición.

p- ¿Cómo se articula esa residencia?

r- Diez artistas conviven con la comunidad durante enero. En simultáneo a la realización de sus proyectos artísticos generamos una programación de actividades abiertas a toda la comunidad. La Escuela se vuelve a llenar de sentido y contenido –también– durante el verano.

p- ¿Cuál es el concepto de esta edición?

r- En esta 5ª edición decidimos poner la atención en el espacio que habitamos cada verano en la Residencia: la Escuela Primaria Nº 135 de Contralmirante Cordero. Nos preguntamos entonces, desde un abordaje artístico, ¿qué otros posibles modelos de escuela pueden existir? Porque nos interesó invitar a pensar otros espacio que se centren, no sólo en lo curricular, sino en lo emotivo, en lo sensible, en lo edilicio, entre otros abordajes.

p- ¿Cómo se engancha la comunidad?

r- No sólo los habitantes de Cordero, sino también personas llegadas desde distintos lugares de la Patagonia, participan activamente de la programación de actividades que generamos a lo largo de todo el mes: workshops, seminarios, talleres, charlas, proyección de películas, caminatas, entre otras, vinculan activamente a los artistas en residencia con la comunidad. Y acá el vínculo es genuino porque muchas veces son los propios vecinos los que aportan datos o miradas que resignifican los propios proyectos. En la edición pasada, un trabajo colaborativo entre Héctor Kilapi, vecino de la localidad, y la artista croata Nina Bacún permitió compilar un herbario de plantas del lugar que hoy es objeto de estudio en la escuela primaria del pueblo y sigue completándose con la información que los chicos traen de sus casas.

p- ¿Cómo definirías Barda del Desierto?

r- Creo que lo que mejor define a lo que pasa con Barda del Desierto es la pregunta de los vecinos que me paran en la calle, casi interpelándome: “¿Y, cuándo vuelven los artistas?”.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios