Cambió las calles de Roca por la vida a bordo de un submarino

Se formó en la Escuela de Suboficiales y cumplió el sueño de su vida. Está al frente de uno de los pocos submarinos con los que cuenta el país. Cómo son sus días de trabajo y de enseñanza.

Marcelo Villarreal nació y creció en Roca, hasta que a los 18 años eligió el rumbo que soñaba para su vida: cambió las calles de su ciudad por la Escuela de Suboficiales de la Armada Argentina. Desde entonces, una larga carrera lo llevó a convertirse en un experto submarinista argentino. Con lujo de detalles habla sobre su profesión como quien muestra una pasión por el equipo de fútbol de sus amores. Es marino de alma y no duda en afirmar que cumplió “su sueño: defender la Patria”.

Villarreal se encarga de todo lo relacionado al manejo de uno de los submarinos de la Argentina. Estudió, se especializó y hoy, sin dudas, es uno de los que más sabe sobre el mantenimiento y el alistamiento del buque, dice. Se levanta temprano cada día, pero “no todo el tiempo uno está en el agua”.

Después de más de 25 años de trayectoria en su tarea como suboficial de la Armada se convirtió en un especialista en mantenimiento, operación y reparación del sistema de control tiro del submarino. “Esto es el sistema que sirve para lanzar un torpedo a un buque de superficie o a otro submarino”, explica. “Y como suboficial, también tengo la responsabilidad de transmitir mis conocimientos a mis subordinados”.

Siempre vuelve a su ciudad natal, pero su profesión ciertamente lo mantiene alejado de la zona de las 500 Viviendas roquenses, donde decidió construir su hogar.

“Cuando era chico me atraía la idea de ser un soldado de esta patria; quizá por haber leído sobre la gesta libertadora, tal vez por haber conocido algún héroe de Malvinas, o porque a los nueve años, durante la guerra, me tocó escribirle a uno de esos soldados que estaban defendiendo parte de nuestro suelo…”.

Su primer destino fue la Base Naval Puerto Belgrano al sur de la provincia de Buenos Aires. Ahí comenzó a llamarle la atención todo lo relacionado al submarino y sus capacidades. A fines de 1998 obtuvo la especialidad y fue destinado al submarino A.R.A. Santa Cruz.

Hace dos años que Villarreal integra la tripulación del submarino A.R.A. Salta, cuyo asiento está en la Base Naval Mar del Plata. Su función es de suboficial de cargo control tiro y, entre otras tareas, es responsable del mantenimiento, reparación y operación del sistema de lanzamiento de torpedo. Se ocupa, además, de la parte administrativa dentro del Departamento Armamento.

P- ¿Cómo es un día en un submarino?

R- Un día en la Armada Argentina y a bordo de una unidad de combate como es un submarino, nunca es igual a otro. Realizamos cosas distintas; aunque parezca que es muy rutinario realmente no lo es. Siempre estamos realizando mantenimiento de todos los sistemas del buque, reparando aquello que se ha roto y alistando a la unidad para que pueda navegar y que nosotros, los marinos, podamos adiestrarnos y familiarizarnos con todos los sistemas y los distintos roles que se cumplen a bordo. La razón de adiestrarnos es para estar preparados en caso que, algún día, debamos emplear las armas en defensa de nuestra Nación. No estamos todo el tiempo en el agua, ya que el tiempo de permanencia depende de las operaciones que debamos realizar, del nivel de adiestramiento que se requiera, hay años que se navega más que otros, pero siempre hay tiempo para estar con la familia, para disfrutar de nuestros días libres y hacer aquellas cosas que nos gustan.

P- ¿Por qué elegiste este rumbo?

R- Después de cuatro años en Puerto Belgrano, a bordo del Destructor A.R.A. Sarandí, decidí realizar el curso de tripulación de submarinos. Curso que es voluntario y lleva un año aprender todos los sistemas que tiene un submarino para navegar. Me llamaba la atención esa adrenalina y las expectativas que genera ver a un submarino sumergirse y navegar en las profundidades. Actualmente presto servicios en el submarino A.R.A. Salta que es un submarino de la clase 209, de construcción alemana, pero fue ensamblado y botado en la Argentina, y está operando para la Armada Argentina desde 1974. Nuestra zona de adiestramiento siempre difiere con la orden de operaciones y el tipo de tareas que debemos llevar a cabo, pero por lo general lo hacemos cerca de Mar del Plata que es el puerto de asentamiento de la Fuerza de Submarinos. Me faltan solo diez años para retirarme, así que la expectativa es llegar a mi máxima jerarquía y vivir una vida menos agitada. Y quisiera irme para los pagos cuando llegue ese momento, volver a General Roca y disfrutar del hermoso y querido Valle.

El tiempo dirá.

La Armada Argentina cuenta con tres submarinos: dos clase TR 1700, A.R.A. Santa Cruz y A.R.A San Juan, y uno clase 209, A.R.A. Salta, gemelo del A.R.A. San Luis, que fue probado en combate durante la guerra de Malvinas.

“Finalizando mi carrera me gustaría cumplir con algunas de mis expectativas profesionales y poder ir a la Antártida o a alguna misión de paz. Así me iría de la Marina”.

Marcelo Villarreal,

especialista en mantenimiento submarino.

Datos

La Armada Argentina cuenta con tres submarinos: dos clase TR 1700, A.R.A. Santa Cruz y A.R.A San Juan, y uno clase 209, A.R.A. Salta, gemelo del A.R.A. San Luis, que fue probado en combate durante la guerra de Malvinas.
“Finalizando mi carrera me gustaría cumplir con algunas de mis expectativas profesionales y poder ir a la Antártida o a alguna misión de paz. Así me iría de la Marina”.

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