Copahue, donde la salud y el ocio se unen a la perfección

La villa termal vive la semana más esperada de la temporada con un programa incluye charlas sobre Termalismo, clases de baile y actividades físicas, además de la posibilidad de probar las propiedades de las termas neuquinas, consideradas entre las mejores del mundo, en medio de un paisaje natural único. La roquense Celia Geoffroy comparte su último viaje a Copahue, donde entusiasma la oferta natural y de servicios.

Copahue, donde la salud y el ocio se unen a la perfección

La villa termal vive la semana más esperada de la temporada con un programa incluye charlas sobre Termalismo, clases de baile y actividades físicas, además de la posibilidad de probar las propiedades de las termas neuquinas, consideradas entre las mejores del mundo, en medio de un paisaje natural único. La roquense Celia Geoffroy comparte su último viaje a Copahue, donde entusiasma la oferta natural y de servicios.

Celia Geoffroy

geobelia11@gmail.com

Emprender un viaje a las seis de la mañana puede resultar para muchos un gran desafío.

Sin embargo, nada hay más agradable que aspirar el aire mañanero con poca contaminación y comenzar a transitar cómodamente las rutas patagónicas, a esa hora, sin cortes de rutas inoportunos.

Entrados a la provincia de Neuquén por la Ruta Nacional 22 y pasada su populosa capital, poco a poco vamos dejando atrás Plottier, Senillosa, Arroyito… las casi mellizas Plaza Huincul – Cutral Có.

La Asociación de Hoteleros lanzó una promoción en la que por 4 noches de alojamiento se pagan 3, mientras que Termas ofrece un 15 por ciento de descuento en las prestaciones individuales y un 25 por ciento en el caso del grupo familiar.

Hacemos nuestro habitual desayuno en Zapala. Desde aquí, la mítica Ruta 40 nos lleva hasta Las Lajas. Luego tomamos la provincial 21 a Loncopué. Después la 26 nos acerca a nuestro destino: Copahue.

El grupo hasta aquí, variado, bullicioso, condescendiente; algunos cuchichean, varios dormitan y otros acompañan al chofer para mantenerlo atento, alcanzándole de vez en cuando algún mate.

Durante la travesía vemos, cada tanto, alguna serranía. Los pastos movidos por la brisa parecen saludar a los viajeros. La precordillera comienza a manifestarse con todo su esplendor en una hermosa mañana soleada.

Cada vez más cerca de nuestro destino, nos asombramos con el Cajón de Hualcupén. Este enorme hueco entre montañas con laderas de un verde intenso alberga entre peñascos, hilos de agua de deshielo que, formando cascadas, alimentan el arroyo que serpentea allá abajo mostrando destellos dorados.

Los encuentros de meditación grupales son cada vez más habituales en la villa.

Esta zona de trashumancia nos obliga a detenernos cada tanto para dar paso a los arreos (piños les llaman) que van desde su lugar de origen a las zonas altas de buenos pastos, guiados por 2 o 3 jinetes junto a sus infaltables perros, que cuidan celosamente que ningún animal se aparte del apretado rebaño.

De pronto divisamos los Riscos Bayos, cordones de caprichosas y extrañas formaciones rocosas que aparecen alineadas y montadas sobre bases lisas más antiguas. Cual ciudades pétreas, estimulan nuestra imaginación.

Más adelante se abre el Cajón Chico, especie de valle que alberga a un lado y al otro de la ruta pequeñas casas, aún deshabitadas, que ocuparán quienes traen sus rebaños a la “veranada”.

La oferta spa ha crecido y sofisticado en los últimos años en Copahue.

La aparición de una solitaria araucaria, la estela blanca de vapor y cenizas del volcán Copahue sobre el cielo azul y el espejo de agua del lago Caviahue nos anuncian el arribo a la villa. Desde aquí, un camino de ripio de tan solo 20 kilómetros nos lleva al Centro Termal.

Cruzamos Las Máquinas, complejo construido hace muchos años por el Ejército Argentino, donde vacacionaban con sus familias integrantes de la institución militar.

Bordeamos las Lagunas Las Mellizas. Desde una de ellas emergen las cañerías del antiguo proyecto provincial que pretendía calefaccionar las calles de Copahue para aumentar el período de uso de las termas.

Un cartel indica “La Maquinitas”, un mini centro termal a cielo abierto y ya el portal de entrada nos da la bienvenida al centro de salud que nos convoca cada temporada.

De aquí volvemos renovados a Roca y con el deseo de un próximo regreso.

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