Denuncian que un cura se negó a bautizar a un bebé que nació por inseminación artificial

Ocurrió en Ingeniero Huergo. El sacerdote le dijo a la madre que ers “pecado”. Le pidió que vaya a misa hasta diciembre y ahí lo evaluará.

Un cura de la iglesia San Francisco Javier de la localidad de Ingeniero Huergo se negó a dar el sacramento del bautismo a un bebé que fue gestado por inseminación artificial ya que lo consideró “un pecado”.

Así lo denunciaron los padres del bebé, que tiene cuatro meses.

Dijeron que el sacerdote les pidió que vayan todos los días a misa hasta diciembre para poder evaluar la situación.

“Nosotros no pensamos hacer nada, más allá del dolor que tenemos por nuestro bebé. Pero sería bueno que el cura cambie su actitud o bien lo saquen. Si Dios no hubiera querido que él naciera, por más inseminaciones que me haga no hubiera estado acá. Creo que Dios nos puso trabas para ver nuestra fortaleza de seguir adelante” comentó Soledad, mamá del pequeño.

Dijo que cuando fue a pedir turno para el bautismo, “el padre me empezó a hacer varias preguntas, me pidió que fuera a las misas, qué edad tenía el bebé, me preguntó el nombre, si estaba casada, le contesté que estaba casada por civil hace 12 años, pero no nos casamos por iglesia, y si tenía hijos más grandes. Le contesté que no, que era el único y que era por inseminación. Lo dije de manera natural, porque todos en Huergo saben y nunca tuve problema en contarlo” agregó.

Ahí fue cuando el sacerdote le dijo que había problemas, porque era “un pecado”.

Soledad le contó a “Río Negro” los problemas que tuvo para quedar embarazada.

“Tras empezar los tratamientos me tuvieron que operar porque tenía las trompas adheridas y no pasaba el óvulo, pasó un año de esa operación y no pasó nada. Me derivaron a una especialista en fertilidad que detectó que no ovulaba y tuve que hacer otro tratamiento, pero seguía sin pasar nada. Después tuve una primera inseminación que no prendió, la segunda que me hizo en noviembre y ahí quedé embarazada” relató.

“Tengo un solo riñón y tenía problemas de presión. El embarazo era un riesgo para mí pero lo había deseado siempre y tuve controles constantes. A los 20 días tuve un pérdida, pero por suerte no pasó nada. Nació ochomesino con 3,580 kilogramos por cesárea de urgencia” comentó.

Pero a pocas horas de nacido comenzaron nuevos problemas porque le detectaron un problema en el estómago, por lo que no podía alimentarse de manera normal y estuvo durante diez días internado en neonatología de la clínica Juan XXIII de General Roca. “Por suerte no lo tuvieron que operar, siempre se portó como un toro, porque aunque era chiquitito cabeceaba el oxígeno se sacaba las sondas. Nunca decayó y siempre fue para adelante. Esta es una traba más pero vamos a seguir hacia adelante” sostuvo finalmente.

Según la agencia Télam, desde el Obispado del Alto Valle remarcaron que “en ningún momento se les negó el bautismo”.

“Se invito a la familia a realizar un catecismo, ya que es necesario hacer una preparación, una catequesis, ser bautizados no es cualquier cosa es pasar a ser hijos de Dios y para serlo es necesario si o si hacer una catequesis, preparación, formación saber que sacramento va a recibir, no solamente el niño sino la familia entera”, indicaron.


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