“El anonimato nunca va a ser la mejor manera de producir un cambio”

entrevista:

Para Daniel Palacio, profesor de Letras de origen tucumano, con residencia en Neuquén, y portador del VIH poner el cuerpo es la forma de “cambiarle la cara” al virus.

“El cambio se produce cuando las personas que hablan o que activan en pos de algo, muestran sus caras. El anonimato nunca va a ser la mejor manera de poder producir un cambio, porque no estas poniendo tu cara y no estas visibilizando a la población que vive con VIH, que es mucho más fácil tenerla en estadísticas, en libros, en manuales. Pero, ¿dónde está la gente?”

El joven de 32 años participa de un grupo que se sumó a la campaña #noeslomismo, potenciada en el contexto de la conmemoración del día mundial de lucha contra el VIH-Sida.

“Se originó como una movida virtual, por las redes sociales, en Facebook e Instagram. Básicamente se tomó el hashtag (etiqueta) para intentar contarle a la gente cuáles son las diferencias que existen entre el VIH y el Sida. Es muy común que se tomen como si fueran la misma cosa, cuando la realidad es que el VIH es el virus, que entra a tu cuerpo y puede estar mucho tiempo silencioso. El Sida es el estado al que se puede llegar si es que nunca te haces el test”, explicó.

También marcó que es importante distinguir contagio de transmisión. “Si bien el término contagio es un término válido y se lo usa en el ambiente médico, ONU-SIDA ha sacado su glosario internacional para un lenguaje más inclusivo y menos estigmatizante, y ha tomado la idea de que es mucho mejor utilizar el término transmisión que contagio, porque contagio es usado para las enfermedades que uno puede adquirir solo por compartir el mismo espacio con alguien, por ejemplo un resfrío. Decir que una persona es contagiosa o tiene algo contagioso suena un poco más violento y agresivo al oído”, agregó.

Daniel vive hace más de una década con el virus. “Cuando lo adquirí tenía 19 años y quizás había muchas ideas que no las tenía claras. Con el tiempo me he dado cuenta que el VIH me ha ayudado a focalizar ideas, creo. He logrado recibirme de profesor porque focalicé y organicé mis ideas después del diagnóstico. Las personas positivas nos cuidamos más, estamos conscientes de los que son las otras enfermedades, porque ya sabemos que tenemos algo adentro que nos quiere boicotear constantemente”, afirmó.

Contó que cuando recibió el diagnóstico vivía en un “pueblito del interior” de Tucumán: “cuanto más chiquito es el pueblo el estigma, el miedo, el desconocimiento es mucho mayor. Es como que la información llega con delay (retraso). Pasan años hasta que la gente pueda conocer los últimos avances, aspectos tan sensibles y que rozan lo tabú.”

Resaltó: “cuando fui diagnosticado también tuve miedo y pude contar con una familia. Quizás me ha costado un poco con los amigos, con las parejas que pude haber tenido después de eso. Pero con el solo hecho de tener a mi familia creo que me ha servido, y me ha mantenido en pie y gracias a eso estoy acá y hago lo que hago.”

“Cuando fui diagnosticado también tuve miedo y pude contar con una familia. Quizás me ha costado un poco con los amigos”.

Daniel Palacio, profesor de Letras, vive en Neuquén. Es portador del VIH.

“Del total de las personas que tienen su diagnóstico, el 81% está en tratamiento y el 70% se atiende en el sistema público”.

Carlos Zala, director de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual.

Datos

“Cuando fui diagnosticado también tuve miedo y pude contar con una familia. Quizás me ha costado un poco con los amigos”.
“Del total de las personas que tienen su diagnóstico, el 81% está en tratamiento y el 70% se atiende en el sistema público”.

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