El club que se formó de La Amistad

Dedicada al fútbol pero con aspiraciones de más, la entidad se autofinancia con el respaldo del gremio camionero y privados.

Hay muchos mitos alrededor del predio de calle 15 Bis. En medio de las chacras, camino al basural, hay un terreno enorme de nueve hectáreas y media, con ocho canchas de fútbol y un futuro que parece promisorio. La cara visible en ese lugar siempre fue y es Carlos Rojas, hombre del poderoso gremio de los Camioneros, con ciertos vínculos con el poder y un sueño: hacer que el club La Amistad llegue a jugar torneos federales.

Rojas, que no es presidente de la joven entidad cipoleña pero su voz se escucha más que ninguna, al punto que es el fundador y quien lleva adelante buena parte de las acciones, dice que la historia de La Amistad es más sencilla de lo que todos creen.

Que en realidad el proyecto de club fue pergeñado en asados y juntada de amigos, de un grupo de hombres que hace más de dos décadas armó un equipo de fútbol amateur. Que pensó en superarse. Y consiguió un predio. Comenzaron a invertir, apoyados por el sindicato y empresas privadas. “Entonces, a cada representante de una firma que me daba una mano, yo lo llevaba al predio, le mostraba una obra y le decía: “ahí, ves, está tu plata”.

La Amistad no es un club común y silvestre. Rojas lo aclara bien. “Somos un club de fútbol que se autofinancia. No tenemos socios, tampoco los chicos pagan cuota mensual para jugar. Eso sí, está abierto para el que quiera sumarse”.

P- En primera división le consiguen trabajo a los jugadores.

R- Claro, como no es rentado el fútbol en la liga Confluencia, al menos en general, salimos y les conseguimos trabajo a nuestros jugadores, a cambio de que los dejen entrenar. La verdad que ha funcionado, y el torneo pasado anduvimos bien.

La Amistad atraviesa años de “niñez” ante entidades históricas, como Cipolletti y San Martín. Apenas gatea en el camino de la institucionalidad. Eso sí, hay algo que lo distingue: no tiene problemas económicos. “Comenzamos con tres canchas y uno de los torneos comerciales. A medida que nos fuimos agrandando, sumamos actividades, como la liga municipal o el alquiler de la cancha de césped sintético. Creo que vamos por buen camino”.

Rojas no hace alardes. Prefiere hablar con monosílabos de su relación con dirigentes sindicales de peso en el ruido nacional. “Sí, tenemos su apoyo”, explica con cierto misterio. Hay quienes dicen que si el mando de la AFA alguna vez aterriza en manos de Hugo Moyano, quizá La Amistad emerja con mayor fuerza a los ojos de la opinión pública. Sólo el gremialista neuquino sabe qué grado de veracidad tienen esos rumores. Gambetea. Prefiere hablar de su sueño. “Me gustaría mucho que alguna vez pudiésemos jugar en otra categoría, a nivel federal. Y que podamos hacer un buen papel. Pero primero tenemos que demostrar que todo es difícil, pero nada es imposible”.

P- ¿A qué se refiere?

R- Hay que trabajar con orden, pero no se puede solo. Los clubes deben relacionarse, laburar en conjunto y apoyar a los que suben de categoría. Lo ideal es que los equipos que suben a jugar torneos federales puedan contar con los mejores futbolistas de la liga.

P- Además, es difícil incentivar a los jugadores zonales para jugar las ligas.

R- Es que para muchos chicos es más atractivo jugar ligas barriales o comerciales que la Confluencia, porque hay mejores canchas y menos responsabilidades. De alguna manera tenemos que incentivar a esos jugadores, porque hay que volver a jerarquizar la competencia.

P- Ocurre que el fútbol amateur se transformó en un duro “competidor”.

R- No lo vemos así desde La Amistad. Es más, nos genera buena parte de nuestros aportes. Es un fenómeno impresionante, masivo, que mueve multitudes. Se puede convivir.

P- Se necesita de todos para mantener y proyectar un club.

R- Claro, porque es muy difícil llevarlo en el día a día, cuesta, genera esfuerzo, pero también es muy lindo cuando uno logra lo que quiere. A futuro, queremos un club más grande, que se apoye en el fútbol pero que tenga más actividades. Por eso es que trabajamos a diario.

Datos

“La Confluencia es importante en la zona, pero le faltan muchas cosas… Hay que tratar de que los clubes tengan mejores instalaciones, mayor infraestructura y que haya una mejor articulación”.
La ambición de llevar su equipo a jugar en otra categoría, a nivel federal, no interfiere con el propósito de trabajar en conjunto con otros clubes.
“No es descabellado pensar que en el futuro, La Amistad sume más deportes, como hockey, y que pensemos en la construcción de una pileta”.
Carlos Rojas, del gremio de Camioneros neuquinos.

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