Historia de símbolos y signos con los que convivimos a diario

Podemos decir que las personas somos una vasta biblioteca de signos y símbolos diversos y complejos que estamos continuamente intercambiando y combinando con el afán de comunicarnos.

Lo hacemos de forma significativa y simbólica a través de nuestros sentidos. Es decir utilizamos fonemas y grafemas, en la comunicación oral y escrita pero como la comunicación se hace cada vez mas sofisticada seguimos creando complementos como, por ejemplo, los emoticones.

La era digital ha generado tecnologías que intermedian de manera esencial la comunicación interpersonal como son las notebook, tablets y fundamentalmente celulares. Estos dispositivos no sólo han modificado el lenguaje de comunicación entre las personas sino que originaron nuevos códigos de comunicación entre el usuario y el dispositivo.

Este intercambio se realiza en base a comandos y signos que van guiando el dialogo entre la persona y el aparato.

Los viejos símbolos y signos de la era analógica tienen tras de sí una historia como también los nuevos de esta era digital.

Dos bastones para una

serpiente

El cambio anual de su piel hizo que la serpiente en muchas culturas se le concedieron poderes de rejuvenecimiento, fertilidad y salud. De hecho el símbolo de la medicina la tiene por protagonista en dos símbolos que se adjudican su representación. Una serpiente enroscada en un bastón cuenta la historia de Esculapio, dios de la medicina, con el que mató a una serpiente y salvó la vida de su amigo Glauco. También está el bastón que Apolo le regaló a Mercurio y que solucionaba disputas. Había sido arrojado entre dos víboras que se peleaban y estas se enroscaron amigablemente en él. A este símbolo se le agregaron dos alas y representó al dios Mercurio, dios del comercio, pero también se lo utilizó equívocamente, quizás por similitud icónica, como símbolo de la medicina. Pero dado que los símbolos son convenciones fue aceptado así en muchos países.

Arroba, cuestión de peso

El término «arroba» proviene del árabe (ar-rub), que significa ‘la cuarta parte’. A partir de los siglos XV y XVI en las ciudades de España, Italia y Francia significaba la cuarta parte de un quintal, es decir entre 10 y 12 kg.

A fines del siglo XIX en las máquinas de escribir en inglés ya se utilizaba como reemplazo de la preposición “at” en construcciones como «300 vueltas @ 40°C ». En 1971 el programador estadounidense Ray Tomlinson, quien implementó el primer sistema de correo electrónico, viendo que el símbolo ya no se utilizaba, decidió utilizarlo para separar el nombre de la persona del domicilio .

Para Umberto Eco la cultura es un sistema de signos que transmite contenidos culturales. Por su parte los filósofos Peirce y Saussure, coincidieron en que no hay pensamiento sin signos.

Los signos del alfabeto como todos aquellos que representan nuestros pensamientos y emociones son los ladrillos que conforman el gran edificio de la civilización. Conocer su orígen es como poner una lupa sobre la compleja génesis de la comunicación.