La chatarra es un problema ambiental en Río Colorado

El depósito de autos y motos siniestrados y secuestrados es el escenario donde se produce una contaminación con consecuencias a futuro. Además contribuye a la proliferación de plagas y alimañas. Hay por lo menos 300 unidades amontonadas.

Cuidado del medio ambiente

En todas partes hay un lugar donde se acumulan los autos siniestrados transformados en chatarra. En muchos casos llevan tantos años que forman parte del paisaje a la vez que dan un mensaje que advierte sobre la peligrosidad del manejo imprudente. Pero pasa inadvertido el gran problema ambiental, social y sanitario que provoca semejante masa de chatarra. Esos depósitos de vehículos siniestrados que no volverán a la calle sólo sirven para contaminar.

Algunas ciudades tienen políticas de compactación de estos vehículos, los convierten en bloques y los venden, pero no es el caso de Río Colorado. Entre las toneladas de hierros retorcidos acumuladas a cielo abierto en esta ciudad proliferar plagas, insectos, roedores y bacterias y demás agentes transmisores de enfermedades.

Río Colorado trasladó en el año 2012 el “cementerio” de vehículos siniestrados que estuvieron históricamente ubicados en un predio frente el puesto del control de Tránsito local sobre la Ruta 22 que “adornaban” el ingreso a la Patagonia. Los llevaron al predio del Parque Industrial, el mismo que busca llevar todas las miradas como el polo de desarrollo de ciudad. Allí los automóviles chocados y volcados generan un gasto extra porque tienen custodia policial las 24 horas. Es que muchos tienen autopartes y piezas en perfecto estado que podrían ser robadas.

El playón a cielo abierto es como un basural de chatarra en desuso donde hay por lo menos 300 vehículos, entre autos y motos, sin medidas de seguridad para evitar que alguien se lastime, y conviven vehículos destruidos por accidentes con otros secuestrados en alguna causa judicial.

Todos ese acopio de hierro, plástico, gomas y aceites que no son biodegradables conforman un cóctel altamente peligroso porque que es contaminante. Es un serio problema ambiental y social y que el Estado todavía no puede resolver.

Las cubiertas de los autos son un tipo de residuo considerado como no peligroso, pero presenta dos inconvenientes graves: El proceso de descomposición es sumamente lento y su elevada elasticidad impide la compactación, por lo que ocupan grandes superficies y volúmenes. Si se queman son altamente contaminantes, a tal punto que están prohibidas en las chacras para el combate de las heladas.

Ni hablar del aceite, combustibles y líquidos refrigerantes que los vehículos destrozados vuelcan en el depósito. Todo es un escenario donde nada saludable puede pasar y que se convierte en un espacio ideal para la proliferación de todo tipo de alimañas y roedores. También la acumulación provoca un serio riesgo de incendio, por tratarse de materiales muy inflamables.

A esto hay que sumar los plásticos de los torpedos, paragolpes y otros artefactos que posen los vehículos modernos.

El problema grave de las baterías

Las baterías constituyen un problema si quedan abandonadas: contienen elementos químicos que pueden ser muy peligrosos y muy contaminantes si no son tratados y reciclados adecuadamente. Los componentes principales de las baterías son el plomo, ácido sulfúrico, calcio, antimonio.

A muchos de los vehículos que se encuentran depositados en la playa les declararon la destrucción total y fueron dados de baja.

Cada líquido tiene sus consecuencias

Líquidos contaminantes: los aceites hidráulicos, líquidos de frenos, refrigerantes y el aceite usado de motor y el combustible son peligrosos.

El aceite usado de motor es insoluble, persistente y puede contener sustancias químicas tóxicas y metales pesados.

Los aires acondicionados de los vehículos cuentan con un compuesto químico, el refrigerante, utilizado en el sistema de refrigeración mecánica, que una vez que los vehículos están abandonados con el tiempo la cañería se deteriora y cae en el terreno.

Lugar insalubre para los trabajadores

El depósito de chatarra en desuso genera grave contaminación ambiental y puede causar serios problemas para la salud de las personas que pasan largas horas de trabajo en el lugar (sin contar que dentro de unos años ese sector será la vista del desarrollo productivo de Río Colorado).

El depósito fiscal o judicial es una grave fuente de contaminación del suelo al caer allí los líquidos provenientes de baterías como de motores que llegan a las napas.

Es principalmente un lugar ideal para la proliferación de roedores, insectos, arañas, cucarachas y larvas del mosquitos que invaden el lugar en estos días tan calurosos.

Además, las altas temperaturas convierten al sitio un peligro latente de posibles incendios que podrían causar serios problemas a una zona donde se expandiría con mucha rapidez. Está claro que no es el modo ni el lugar para acumular chatarra.

Todo contamina, aunque no parezca

La carrocería del auto convertido en chatarra está formada principalmente por materiales férricos y no férricos, de casi imposible descomposición en condiciones normales.

Aunque no parezca genera daño medioambiental. Causa contaminación lenta del suelo, flora y acuíferos.

La pintura de los autos contiene plomo y arsénico entre otros componentes.

Ese predio demanda la presencia policial las 24 horas del día. Ese personal podría ser destinado a otra tarea.

24 horas vigilado

Positivo sería que la justicia o las compañías de seguro se hicieran cargo de darle destino a la chatarra. Mientras se siguen acumulando.

Que se hagan cargo

Datos

A muchos de los vehículos que se encuentran depositados en la playa les declararon la destrucción total y fueron dados de baja.

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