Mamás unidas para garantizar la leche de los chicos

En un rincón de un barrio rural de Allen, un grupo de madres se organizan para hacer realidad el sueño de tener un merendero comunitario. Con pocos recursos, pero con muchas ganas de hacer, construyeron un espacio con maderas y chapas. Ahora van por más.

Se mueven, van de un lado para el otro intentando gestionar alguna ayuda y cada una aporta su granito de arena.

La idea de levantar un merendero surgió hace algunos meses atrás, cuando las mamás de la toma de Costa Este pensaron en festejarle a los chicos del barrio el Día del Niño.

La unión las llevó a buscar un objetivo común: el de crear un merendero para los más chicos de Costa Este.

“Ya existía un merendero acá, pero hubo algunos problemas y las mamás dejaron de mandar a los chicos. Entonces empezamos a trabajar para tener otro espacio, que sea abierto y en el que todas las madres puedan participar y tomar las decisiones”, contó Verónica Valverde, una de las mamás del barrio.

Con los materiales que tuvieron su alcance, se pusieron manos a la obra para levantar un tinglado. “Hoy tenemos un lugarcito que hicimos con madera. Nos donaron una cocina pero necesitamos leche, cacao y harina para que los chicos puedan recibir la merienda todos los días. Ahora sólo juntamos para dar la leche una vez a la semana. En total, si tuviéramos todo lo que no falta, podríamos darles la leche a unos 40 niños por día”, agregó Verónica.

Todos los lunes, las madres que comenzaron el proyecto del merendero se reúnen y reparten ropa de un “roperito comunitario” que organizaron para ayudar a quienes más lo necesitan.

“Queremos que el merendero sea un lugar abierto, en el que los chicos encuentren un espacio para desarrollarse y jugar. No se trata de pedir por pedir, la necesidad está pero hay que ser muy cuidadoso con las donaciones que se reciben”, dijo Verónica.

El “merendero roperito”, así lo llaman las madres, está ubicado en la toma de Costa Este. Quienes quieran colaborar con la iniciativa pueden comunicarse al teléfono 298-4403228.

Los lunes, las madres que comenzaron el proyecto reparten ropa de un “roperito comunitario” que organizaron para ayudar a quienes lo necesitan.