La solidaridad movió montañas por Lucas, el acordeonista

El niño de 9 años perdió sus instrumentos musicales en el incendio de su casa, en Pichi Leufu Abajo, que también consumió la vida de su tío. La familia no se rinde y ya planea reconstruir la vivienda.

La solidaridad movió montañas por Lucas, el acordeonista

Lucas se aferra al único recuerdo de sus días de acordeonista que le quedó grabado en un video en su celular. Fue una presentación en el polideportivo de Pilcaniyeu y lo exhibe con cierta nostalgia porque el resto de sus recuerdos, en papel e incluso los instrumentos, quedaron reducidos a cenizas tras el voraz incendio de su casa.

Lucas tiene 9 años y entre la tristeza y el entusiasmo el viernes recibió la noticia que desde Laguna Blanca llegará hasta Pichi Leufu Abajo un acordeón para que pueda volver a tocar en los actos de la escuela y del vecino pueblo. “Siempre tuvo talento musical, aprendió solo de chiquito a tocar el acordeón que su tío le regaló”, cuenta Javier Millaqueo, el padre de Lucas, mientras observa con la tristeza marcada en sus ojos, lo que el fuego destruyó.

En un rectángulo quedó el esfuerzo de años que le llevó armar su casa de madera con la ayuda de un hermano. La cocina a leña, el generador eléctrico, una motosierra y el calefón se destacan calcinados, el resto de las cosas casi no se pueden distinguir. Atrás se alza el cerro cargado de neneo y coirón a donde suben para tener señal de celular.

Lucas recibió el viernes la noticia que tendrá un acordeón (Foto: Chino Leiva)

Pasó solo una semana de la tragedia que envolvió a la familia Millaqueo, con ese incendio inesperado de su casa en medio de la estepa a pocos kilómetros del río Pichi Leufu, que terminó con la vida de Gilberto Millaqueo, un tío de Javier que estaba bajo su cuidado porque había perdido la visión hacía algunos años. Y lejos de desmoronarse, Javier y su esposa Sofía ya piensan en la reconstrucción.

El mayor empuje vino de la solidaridad que se multiplicó por miles y lo evidenciaron el viernes cuando llegaron desde Bariloche (ubicada a 80 kilómetros) camionetas cargadas con ropa, calzado, vajilla, colchones y otros elementos. Sofía no se esperaba ese gesto solidario por eso se le humedecen los ojos de la emoción. “Estoy contenta con la gente por la ayuda, eso da más fuerzas para seguir porque uno se angustia con todo lo que pasó”, dijo con un hilo de voz apenas imperceptible mientras compartía una ronda de mate con su mamá Filomena, Irineo, el esposo de su madre, y su hermano Javier, en la casa que los cobijó después de la tragedia. En la sala, junto a la cocina a leña que oficia también de calefactor, está además Marcelo Bearzi del grupo Viajes Solidarios e integrantes el equipo de trabajo de la senadora Silvina García Larraburu, que sin saber de la tarea de ambos, llegaron el mismo día, el viernes, con la ayuda de manos anónimas de Bariloche que respondieron de inmediato con donaciones.

Javier Millaqueo observa los restos de su casa quemada. (Foto: Chino Leiva)

Bearzi trajo la novedad del acordeón. La consiguió con un trueque por un generador eléctrico que no utilizaba y en unos días volverá con el instrumento para Lucas que además de tocar a la perfección el acordeón a piano, había comenzado a incursionar con una verdulera que su papá le compró un año atrás.

Los Millaqueo ahora priorizan poder levantar nuevamente su casa. Javier tiene decidido que será en una pequeña pampa a pocos metros del corral de las chivas que cría hace años, y que no hará la casa de madera. En la lista de necesidades, además de materiales, esperan reunir los muebles básicos para retomar su rutina hogareña y una máquina de coser para que Sofía vuelva a “hacer las pilchas”.

Mientras tanto, Lucas seguirá asistiendo a la Escuela 98, ubicada a unos 7 kilómetros, donde Clementina y Rosa lo esperan todos los días con la comida y la directora, Claudia Ginepro, lo prepara para la jura de la bandera que le tocará este año. En el aula, como siempre, están Brenda, Florencia, Rafael, Alexis, Benjamín y Pedro.

El camino a Pichi Leufu, en la estepa profunda (Foto: Chino Leiva)

La escuela, el lugar de contención

El prolijo edificio de techo amarillo, rodeado de pinos, y con una antigua campana de hierro en la puerta, da la bienvenida a la Escuela Rural 98 donde asisten siete alumnos del paraje Pichi Leufu Abajo.

La escuela es el segundo hogar de Lucas y sus compañeros que llegan en bicicleta, caminando e incluso -los que viven a varios kilómetros- a caballo, para poder aprender y compartir en las siete horas que en invierno asisten, donde reciben el desayuno, almuerzo y merienda, además de la enseñanza según su año y talleres de Artesanía en cuero que desde hace 25 años dicta Enrique Sandoval y de Agropecuaria, que ofrece dos veces por semana el maestro Horacio Calfín.


Murió un hombre al incendiarse su casa

Un hombre de 72 años, no vidente, perdió la vida ayer al incendiarse su vivienda en el paraje Pichileufu, a unos 15 kilómetros de Pilcanoyeu.

La Policía de Río Negro tomó conocimiento del siniestro a las 14:35, por lo que policías y bomberos de Pilcaniyeu concurren al lugar y constatan que Gilberto Millaqueo se encontraba sin vida en el interior de la vivienda.

Según informó la Policía, en el lugar se encontraba otro hombre que dijo estar a cargo de la propiedad y de la víctima.

Los daños en la vivienda fueron totales y se desconocen los orígenes del incendio.


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