Orgullosas con la nueva cancha

Las chicas del hockey disfrutan desde inicio de año con el piso sintético, instalado en el predio del Catriel Rugby Club. Antes practicaban en una cancha de tierra y tenían que viajar al Alto Valle para alquilar y hacer de locales. Hoy practican 130 jugadoras.

Deportes

La pista verde se recorta en el horizonte cuando cae el sol y contrasta con los campos desérticos que rodean el lugar. Son las 18.30 de un martes, día de práctica, y el golpe seco de los palos de madera contra la bocha suenan potentes en el silencio. Se oyen también algunos gritos con indicaciones y los frenazos de las zapatillas.

Allí están las chicas del hockey, disfrutando a full de su nueva cancha sintética, que fue inaugurada a inicios de este año. Vienen de practicar durante años en un polvaderal cercano, lleno de piedras y pocitos.

El deporte se nucleó en sus inicios desde la municipalidad, pero las jugadoras y sus padres -para evitar las fluctuaciones que generaban los cambios de gestiones políticas- se asociaron hace algunos años al Catriel Rugby Club, desde donde se les brindó apoyo y un espacio físico para las practicas.

Atrás quedaron los tiempos en que las chicas tenían que alquilar una cancha y viajar al Alto Valle para hacer deportes en locales de Cipolletti o Roca.

Con la nueva cancha de césped, se renovaron las energías y el entusiasmo en las competencias de los equipos en los torneos de la Federación Rionegrina .

“Hoy tenemos unas 130 jugadores practicando”, indica Erika Vázquez, una de las profesoras.

Las categorías van desde los cinco años hasta las chicas de la primera. En las formativas está la gran mayoría. Y muchas pequeñas jugadoras arrancaron sin conocer los tiempos del sacrificio cuando el predio era de tierra.

“Hacíamos subiditas al sintético durante el tiempo que llevó el montaje de la cancha. Era tanto el entusiasmo que tenían que no las podíamos frenar”, cuenta la profesora.

No se olvida aquella vez que el viento casi se lleva la cancha, antes de su inauguración. “Fue de locos, llamamos de urgencia a los padres, y aparecieron 30 ó 40. Terminamos todos montando piedras arriba del sintético para que no se volara”.

Erika tuvo palabras de elogio para la gente del rugby por “el fuerte apoyo que nos brindaron para concretar este anhelo de las chicas, padres y profes. Trabajaron codo a codo”.

La alfombra sintética tiene una dimensión de 55 x 91,40 m, que son las medidas del campo, y el total de la cancha es de 60 m x 100 m. Costó 1.500.000 pesos. Ahora resta la iluminación y las columnas ya están montadas.


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