Polémica porque tiraron un árbol de más de 400 años en la Angostura

El volteo de un árbol de más de 400 años “por razones de seguridad” en el barrio Lomas del Correntoso reavivó ayer el debate entre ambientalistas y funcionarios de gobierno por el crecimiento urbano en zonas boscosas consideradas “frágiles”.

El “coihue abuelo” era uno de los últimos ejemplares de tal longevidad y había sido catalogado como “riesgoso” en una evaluación “de riesgo temido”, según explicó el director de Medio Ambiente de la comuna, Daniel Meier.

El ingeniero forestal reconoció que el viejo ejemplar de Coihue estaba “en un 50% dentro de una propiedad privada, pero en un 50% sobre espacio público, y era nuestra responsabilidad actuar ante la presunción de su caída”.

En cambio, el titular del predio, Carlos Marino, se quejó ante “Río Negro” por lo que consideró “una negligencia total del municipio, que en vez de hacer una poda prolija para no perder la vegetación, provocó un desastre, un despropósito total”.

“Desde hace por lo menos un año y medio venimos hablando con la gente del municipio sobre cómo actuar en cuanto al árbol, pero aprovecharon que yo no estaba en la ciudad para realizar esto sin mi autorización”, dijo el hombre, que es propietario de un complejo de cabañas.

“Yo estoy haciendo podas cuidadas en todo el lote justamente para evitar esto y cuidar el entorno, aunque me salga más dinero, y de repente me entero de todo esto cuando me llaman por teléfono”, agregó Marino.

“Incluso, rompieron una modesta tranquera de alambre que delimita mi propiedad e ingresaron a mi terreno para hacer la quema de los restos”, acusó.

Meier, por su parte, explicó que “no son tantas las opciones para tratar un árbol de 40 metros de altura en peligro de caerse”.

“Además, a esta especie de árbol en particular las podas ‘cuidadas’ le aceleran el proceso de deterioro y por consiguiente aumentan su peligrosidad, porque son más susceptibles de ser afectadas por elementos patógenos como hongos que los pudren por dentro”, manifestó.

“Hay un tema de fondo, que es el ingreso de la ciudad en el bosque y en zonas ambientalmente frágiles. Cuando hay pronósticos de fuertes vientos, Parques Nacionales cierra los senderos agrestes por la probabilidad de caída de árboles, en nuestro caso no podemos cerrar la calle”, explicó.

En este último sentido, el funcionario recordó la tragedia ocurrida en una concurrida playa en San Martín de los Andes, cuando se quebraron las raíces de un árbol de gran porte y cayó provocando la muerte de dos niños.

Daniel Meier, director de Medio Ambiente municipal.

“Este coihue ya estaba marcado por la Dirección de Bosques Nativos y había que voltearlo antes de que hubiera que lamentar un mal mayor”.