Rodolfo Goya, el científico que quiere congelar su cuerpo para ganarle a la muerte

Es investigador del Conicet. Será criopreservado cuando muera.

Rodolfo Goya es el bioquímico, investigador del Conicet e intelectual argentino será preservado en frío cuando muera con la esperanza de ser reanimado por los científicos del futuro. El hombre es de La Plata y tiene 65 años.

“Casi nadie quiere morirse. Más nosotros, los que somos investigadores o intelectuales. Porque sabemos que este mundo se pone cada vez más interesante. Es como si estuviéramos viendo una película atrapante. No queremos irnos del cine” confiesa a Infobae. “No es fantasía, es ciencia”, agrega el investigador.

Goya prevé firmar un contrato con el Instituto Criónico de Michigan, en Estados Unidos, para congelar su cuerpo en nitrógeno por la suma de 35 mil dólares. La técnica es de criopreservación. El paso siguiente al momento oficial del fallecimiento, es de perfusión. Por una de las arterias le inyectan un compuesto formado por sacarosa, etilenglicol y dimetilsulfóxido que desplaza toda la sangre y la reemplaza por una solución de criopreservación, de vitrificación. Luego se enfría progresivamente el cuerpo hasta la temperatura de nitrógeno líquido (196 grados bajo cero). El paciente se conservará en un termo gigante, cabeza abajo, desnudo en bolsas de nylon.

“Todos los crionicistas tenemos un gran amor a la vida y creemos que vale la pena intentar jugar esta carta. ¿Cuál es la garantía de que me van a poder revivir? Ninguna. ¿Cuál es la posibilidad? Muy pequeña. ¿En qué tenemos gran confianza? En la especie humana y en los logros de la especie humana, que tiene credenciales de haber logrado mucho. Creemos que en un futuro de muchas décadas se va a lograr reanimar a los sujetos que fueron criopreservados de un modo un poco torpe y luego se le va a poder curar de la enfermedad en la que murieron, y además posiblemente en una época tan avanzada la tecnología quizá permite restaurarlos y rejuvenecerlos biológicamente para llevarlos a un estado más juvenil. Esa es la esperanza. ¿Qué podemos perder? ¿Qué es lo peor que nos pueda pasar? Lo mismo que le pasa a toda la gente que la entierran o la creman: desaparecen. Y si en una de esas raras casualidades tenemos la suerte de que nos puedan reanimar, ganamos todo: una segunda oportunidad de vivir”.

El doctor dirige un grupo de investigación que trabaja sobre el envejecimiento cerebral y entiende que congelarse para que la tecnología científica del futuro lo reanime es una manera de rebelarse a la muerte.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios