La tragedia que conmueve a todos

La desaparición de un niño de 7 años que el jueves a última hora de la tarde movilizó a todos los vecinos de la localidad, tuvo el final más triste. Es que el pequeño fue hallado, a las 5 de la madrugada de ayer, en el interior de la máquina expendedora de hielo ubicada frente al negocio familiar, detrás del que se encuentra la vivienda que el nene compartía con sus padres y sus dos hermanos.

El macabro hallazgo fue realizado por la madre del chico, que, ante los infructuosos rastrillajes, regresó junto a su esposo a su domicilio, y decidió abrir la máquina, a la que ella le había echado llave, se presume que al cerrar el negocio. La escena fue desoladora: el chiquito se hallaba sin vida, en posición fetal, y vestido con la última ropa con la que fue visto (un buzo y una bermuda deportiva). El médico policial determinó que, a priori, la muerte se desencadenó por congelamiento, y que el cuerpo no presentaba signos visibles de violencia de ningún tipo. La autopsia que se le realizó en la morgue judicial de Viedma, confirmó estos datos. De todos modos se tomaron muestras para realizar estudios histopatológicos, para descartar la existencia de un posible envenenamiento. Esos resultados de laboratorio se conocerán en unos días.

Hasta el momento la principal hipótesis es que se trató de un fatal accidente. Pero ninguna posibilidad se desestima y se inició una investigación para descartar cualquier tipo de intencionalidad.

El niño, identificado como Jairo Rodrigo De Mora, abandonó el hogar –ubicado en Antártida Argentina 2444-el jueves después del mediodía, para dirigirse a jugar con unos amiguitos. Como no era inusual que pasara largas horas fuera de su casa, recién al caer la tarde los padres y demás familiares se pusieron en alerta. La madre, que había estado atendiendo la despensa fue a la comisaría 10ª. A las 20, la mujer radicó la denuncia, y la policía comenzó a indagar sobre el paradero del menor consultando a padres de amiguitos y allegados. Así constataron que a poco de salir de su hogar el nene había sido visto en un espacio verde del barrio y que luego fue a la casa de una nena, que no quiso acompañarlo a jugar.

La búsqueda se avivó a través de redes sociales y los vecinos se organizaron para plegarse a los rastrillajes, que se dirigieron a la zona de la ría. También se sumaron canes. Por la noche, incluso, la gente se concentró en la puerta de la comisaría.

Tras el hallazgo del cuerpo los miembros del gabinete de Criminalística local junto a sus pares llegados de Viedma tomaron huellas y rastros en la máquina de hielo.

Con respecto a la madre del chiquito, fue trasladada en estado de shock al hospital local y allí recibió asistencia de profesionales del área de salud mental, que le brindaron apoyo y la acompañaron mientras se realizaban todas las diligencias de rigor.

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