SAO tiene sus vigías del ambiente

DIA MUNDIAL DEL MEDIOAMBIENTE

Como ocurre históricamente en los tres sectores de la localidad, los vecinos demostraron que no dudan en encabezar acciones que garanticen el derecho a vivir en un medio ambiente sano. Lo hicieron en 1995, cuando se opusieron a la instalación de una monoboya para la carga de petróleo en buques de gran porte. También cuando volvieron a nuclearse para trabajar en pos de conseguir que el Estado se ocupara de remediar el plomo y otros metales pesados que fueron acopiados hace décadas en el ingreso a San Antonio. Un saneamiento que hoy está en marcha en base a ese esfuerzo.

Ahora volvieron a lograrlo, mediante una serie de acciones protagonizadas por un grupo de residentes del balneario, que se autoconvocaron para evitar que siguieran arrojándose desechos sólidos y líquidos de langostinos a cielo abierto, en un predio ubicado detrás del cerro Banderita.

Las actividades comenzaron tras la temporada de verano, luego de que se hicieran evidentes los olores nauseabundos que comenzaron a proliferar y se viralizaran a través de las redes sociales las fotos tomadas por una vecina, que daban cuenta del acopio del descarte de la especie, a escasa distancia del ingreso a la ciudad.

A partir de allí, se iniciaron los pedidos de reunión con el intendente y funcionarios del área ambiental, y, ante la inacción y falta de respuestas, se optó por la realización de acampes y piquetes en el ingreso al predio, para que los camiones no siguieran tirando la escoria de crustáceos.

Hoy, tras la presentación de un amparo, se definió en el marco de una audiencia la continuidad de la medida cautelar dispuesta por la jueza interviniente, que impide que continúe arrojándose allí el material, hasta tanto no se habilite un nuevo espacio del que dispondrá el municipio, que contará con cavas en las que los crustáceos se depositarán tras su secado en la fábrica de harina local.

Lo que más destacaron los amparistas, sin embargo, fue la posibilidad de que se propicie un saneamiento del sector, mediante un acuerdo entre las partes, que comenzaría a gestarse en una reunión prevista para el 11 de julio.

En el caso de la intervención del Concejo Deliberante, su rol también es destacable, porque convocaron a reuniones con el Ejecutivo, en las que analizaron y pidieron la reformulación de algunas cláusulas que constan en un convenio firmado entre la intendencia y la familia Urcera, dueña del campo ubicado a 18 km en el que, una vez habilitado, se pretenden comenzar a disponer los desechos, aunque sólo hasta la finalización de la actual gestión de gobierno.

Desde el CD pidieron que, en corto plazo, se analice la posibilidad de realizar una convocatoria para hallar una firma que quiera hacerse cargo de la disposición final de esa escoria, garantizando así una solución a largo plazo.

Además este lunes a las 16 en la sede local de la Unter se realizará un taller sobre el tema, llamado “problemática ambiental derivada de la pesca de langostinos”, que en este caso estará coordinado por Mónica Larrañaga e investigadores de la Escuela de Ciencias Marinas de la Universidad del Comahue (UNCo). Será abierto al público.

En 1995 se opusieron a la instalación de una monoboya para la carga de petróleo en el puerto y volvieron a unirse por la escoria tóxica que dejó una fundición.

Convocatoria a vecinos