Bahía Creek crece al margen del control del Estado

Río Negro no resuelve cómo será su desarrollo. El paraíso costero tiene un enorme potencial turístico.

BAHÍA CREEK (Enviado especial, Pedro Caram).- Por ahora son solamente 40 casas y varios lotes amojonados. Pero miles de ojos ya se posan sobre el paraíso que constituye Bahía Creek como sitio de enorme potencial turístico.

A pesar de ese interés, aún el Estado rionegrino no resuelve cómo delineará el desarrollo en ese sitio de ensueño. Sólo, como medida preventiva, se decidió impulsar la pavimentación del Camino de la Costa desde el sur al norte y no en sentido inverso para postergar ese crecimiento de Bahía Creek que se especula será exponencial e imparable una vez que se asfalte esa ruta provincial.

No obstante, hasta ahora nada se ha hecho para reglamentar la expansión urbana. Las viviendas siguen en construcción, los lotes se siguen vendiendo y ya se sabe que hay muchos interesados en asentar propiedades en la zona. Otro campo cercano, con unos 9 mil metros de costa fue vendido- según aseguran los habitantes del lugar- en un millón de dólares a un alto funcionario de una entidad crediticia internacional para la creación de un country.

Es decir, los privados hacen sus negocios y el Estado que ahora mira de reojo, cuando Bahía Creek o algunos otros asentamientos cercanos se transformen en ciudades, deberá ser el encargado de proveerlos de servicios, con fondos que surgirán del resto de los rionegrinos. Para colmo, mientras la Provincia no interviene teniendo jurisdicción, los Municipios más cercanos están atados de pies y manos para hacerlo ya que por un conflicto entre las comunas de Viedma y San Antonio Oeste no se resolvió dónde termina el ejido de una y empieza el de la otra. El objeto de la discordia es Pozo Salado, un Área Natural Protegida todavía sin desarrollar desde lo urbano.

Por eso desde el Municipio de Viedma -en cuya jurisdicción caerá seguramente el área de Bahía Creek- se oyen voces críticas. «Es un caos funcional a algunos vivos a quienes la carencia de legislación les permite lucrar», aseguran que dice Jorge Ferreira, intendente de la capital, a sus allegados en relación al desarrollo de esta área.

Susana Forestelo integra la Secretaría de Obras y Servicios Públicos de la Provincia y forma parte de la comisión que debería analizar y autorizar los asentamientos urbanos en áreas no incluidas dentro de las jurisdicciones municipales.

«Teóricamente no se podría urbanizar allí, porque no hay ninguna autorización. No se presentó ningún proyecto por esa zona, aunque sabemos que se está haciendo. Pero no hay inspecciones que se puedan realizar en ese lugar. Por lo que sabemos cuando venden sólo entregan boleto de compra y venta, no escritura», asegura la funcionaria.

Pero la cuestión trasciende el mecanismo de venta, cuya legalidad o no es relativa. Los propietarios del campo ceden derechos sobre las parcelas de su campo, del cual poseen título plenamente legal. Los adquirentes construyen, nadie desde el Estado les indica que eso esté prohibido y el avance urbanístico en esa zona costera de inconmensurable valor, continúa sin objeciones.

Pero no hay regulación. No existe planificación a largo plazo. Mariela Messina, directora de proyectos y fiscalización turística del Ministerio de Turismo aseguró que «la costa tiene un potencial muy importante. La ley de costas propone la intervención de todos los organismos y dentro de las actividades permitidas está el desarrollo turístico, pero no está establecido todavía en qué lugar».


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