Código penal Argentino

Entretenido, áspero, emocionante. Cualquier adjetivo serviría para calificar el ingreso de Argentina a la final de la Copa de las Confederaciones. Una vital atajada de Germán Lux y el posterior gol de Esteban Cambiasso le dieron a la Argentina una difícil victoria sobre México en los penales, clasificándola para enfrentar a Brasil, el miércoles próximo en Francfort, por el título. Los 90 minutos reglamentarios y los 30 adicionales finalizaron 1 a 1, abriendo la serie de los penales, donde las manos de Lux fueron decisivas. México se hizo notar de entrada con una buena combinación que inició Zinha para Borghetti, quien de taco se la alargó a Pardo, cuyo disparo sacó Lux al córner. Y de ese tiro de esquina, Márquez metió un cabezazo por sobre el travesaño. Sin darse ventajas en el medio, Argentina dijo presente con un centro de Riquelme, fuerte y pasado, que no fue alcanzado por Saviola. Orden, quite y despliegue. Esos fueron puntos en común en ambos, que además estaban como a la espera de aprovechar el más mínimo error ajeno. México lanzó otro alerta cerca de la media hora cuando Borghetti se le dio a Zinha y su disparo fue otra vez mandado al córner por Lux. Un pase de Saviola para la proyección de Sorín, quien no le entró bien, fue una de las réplicas de Argentina, que sobre el final casi logra el gol con la misma fórmula: Saviola se la volvió a pasar a Sorín y su disparo de emboquillada fue sacado por Pineda sobre la línea. Con al amanecer del complemento, Argentina se movilizó en ataque y generó un par de acciones de riesgo: primero, Oswaldo Sánchez le puso el pecho a una bala de Saviola y luego un cabezazo de Figueroa se fue apenas alto, mientras el “uuh…” bajaba de las tribunas. Como una muestra de su intención de llegar al gol, Pekerman puso a un volante -Maxi Rodríguez- por un defensor -Gabriel Milito- y mandó a Sorín casi como un delantero más. Tranquilo, pero sin dormirse, México también subió el sonido de su parlante: Borghetti por el centro, pero ahora con la compañía más arriba de Medina por la izquierda y con los volantes llegando en masa. Con el físico desgastado por los 90 minutos, el ritmo del partido mermó bastante, con ambos equipos arriesgando un poco menos, pero igualmente en la búsqueda del gol. Salcido puso en ventaja a México con un golazo: emprendió una veloz corrida por la izquierda, dejó a dos en el camino y su disparo se desvió un poco en Coloccini y entró. Con Argentina con todo arriba, Figueroa le pegó como venía, ganándole en la marca a Ricardo Osorio y decretó el empate, que dejó la definición por la vía de los penales. (DPA/AR)

VOCES: La satisfacción de Pekerman

“Pusimos muchas cosas para ganarlo, porque en el segundo tiempo y todo el suplementario tuvimos ambición y estuvimos cerca de anotar’’, dijo José Pekerman en la conferencia de prensa tras la victoria de ayer. El entrenador dijo que le causaba satisfacción la entrega de sus jugadores “no nos resignábamos al empate y después (cuando íbamos) perdiendo, buscábamos con mucha fe por todos lados la intención de igualar el marcador’’. El técnico manifestó que fueron capaces de salir adelante de los episodios más difíciles, como la expulsión de Saviola y del marasmo en el que a veces caía el juego de su equipo. Pero al final, “superamos la dificultad de no haber encontrado un buen partido en muchos pasajes del mismo’’. Del desempeño de sus rivales, se limitó a asegurar que “México fue un rival muy difícil” sin hacer una referencia específica hacia alguno de sus jugadores. Luego expresó que “esperamos recuperarnos’’ para la final ante Brasil, un equipo con el que tienen una añeja rivalidad y que en la última ocasión vencieron 3-1 en la eliminatoria para el Mundial 2006. “Es importante que un plantel sepa que tiene argumentos para jugar bien la final y tenemos esa esperanza de llegar bien y hacer un gran partido con Brasil’’. Por su parte, Germán Lux, artífice en gran parte de la clasificación, dijo que está convencido de ganar la Copa. “Es una final, un clásico y lo vamos a ganar, queremos ganarle a Brasil”, dijo Lux. Esteban Cambiasso, autor del gol de la victoria en la serie de penales, destacó que Argentina llega con más desgaste que Brasil, ya que hoy (por ayer) jugó 120 minutos y tendrá un día menos de recuperación. Pero el mediocampista del Inter cree que eso se superará. “Es una final y un clásico, si se suma eso, el desgaste se va. Lo que tiene que importarnos hoy es la alegría, que casi sin merecerlo estábamos a 10 o 15 minutos de quedar fuera de la final. Y estamos en ella porque tuvimos el coraje de ir a buscar el partido”, aseguró. Pese a la importancia que da el hecho de enfrentar a Brasil, señaló que le importa más el estar en una final. “Sinceramente no pienso tanto en el hecho de jugar contra Brasil como en el hecho de estar en una final. Hace diez o quince días que estamos concentrados, con un objetivo, pero estamos muy cerca. El objetivo es estar en la final y ganarla, aunque jugar con Brasil siempre es lindo”, admitió.

El enojo de Lavolpe

Ricardo Lavolpe aseguró que el arbitraje perjudicó a su equipo ayer porque trae más beneficios económicos que la final de la Copa Confederaciones se dispute entre dos potencias: Argentina y Brasil, que jugarán el miércoles, el mismo día que México lo hará con Alemania por el tercer puesto. El técnico argentino se lanzó con los tapones de punta cuando comentó la jugada en la que Coloccini le partió la ceja a Ramón Morales en un choque, la que consideró “alevosa e intencionada”. “Coloccini merecía la expulsión rotunda, porque hizo una jugada alevosa donde fue completamente al hombre, nunca a la pelota”, afirmó. Tras esa jugada, Coloccini fue abucheado por buena parte del estadio cada vez que tocó la pelota. Según Lavolpe, “a este nivel lo que está más allá de lo futbolístico es lo económico y las finales hay que buscarlas con algunos equipos. Pero las potencias tienen siempre un poquito de eso’’ que las favorece. Respecto al partido, dijo que “todos lo vimos que fue un partido muy peleado, muy manejado, con buen control por ambos equipos’’.