Fernando Casullo: “Delito y Estado en la Patagonia son muy estudiados”

En directa relación con lo que sucede a escala de la capital federal y las provincias de Buenos Aires y Córdoba, en la UNC y la UNRN se investigan con singular rigor el delito y el control social desde la Campaña al Desierto al presente.

ENTREVISTA ALHISTORIADOR

-Hay indicios, o en todo caso realidades, que indican que estamos ante un auge por parte de universidades patagónicas de investigar académicamente sobre el delito, el tratamiento del mismo por parte del Estado, etcétera. ¿Es así?

-Sí, pero en clave a definir lo de auge, no se trata de una línea en términos de moda. Tiene su tiempo y su solidez. Y viene alentada por el interés que siguen despertando las instituciones de control social del Estado nacional sobre la Patagonia en tiempos de los Territorios Nacionales y las que fueron tomando forma a partir de la provincialización… Estudios, investigaciones que también tienen fogoneo en procesos más cercanos…

-¿Por ejemplo?

-La estampida del delito y su tratamiento por parte de la seguridad, la justicia a partir de los 90, huelga señalar el valor que tiene como objeto de estudio para el plano académico. Cuando en un país de los 90 con 560.240 delitos se llega a 1.062.241 en el 99, bueno, surgen preguntas…

-¿El delito está superando la imaginación, el cómo relatarlo?

-Sucede, por un lado, que hay toda una política mediática que limita o no ayuda a reflexionar sobre el todo del delito: sus causas, las razones de su creciente evolución, sus tramas con el poder…

-¿Se clava el hecho y nada más?

-Así es. Raramente se avanza en mayores explicaciones. No digo que esto no tenga espacio, pero lo tiene desde lo puntual, no como cultura de tratamiento del fenómeno.

-Y mandan las emociones, los malos y los feos contra los lindos y buenos

-Podría ser, claro. Que los medios tienden a no establecer ningún correlato entre el delito y toda la cultura y política que domina…

-¿Cómo definir ese divorcio, cómo definirlo en razón de lo terminante que implica?

-Yo creo, y esto es una afirmación casi normativa en mis trabajos sobre el tema, que mirado serenamente el proceso, preocupa más que los hechos el achicamiento de soluciones al problema. Este tema devela hoy León Briceño en su “Introducción. La Nueva violencia urbana en América Latina”. El que hace a las ciencias sociales, la historia, la jurídica….

-¿Qué emerge de ese desvelo?

-Mucho y de todo… Un caso es el de León Briceño, que en un ensayo sostiene que son tantas las dudas sobre cómo funciona el sistema penal y los problemas de instrumentación que sobrelleva, condiciona, etc., que inevitablemente obligan a repensar lo que la misma sociedad puede hacer con la nueva violencia.

-¡Y entonces!…

-Los entonces pueden ser muchos. Él trabaja desde un convencimiento: los mecanismos o, mejor, las fórmulas con que han sido tratado el problema están envejeciendo… Y sostiene entonces y se lo leo, que nos aproximamos a asumir como “necesario inventar caminos de mediación entre posturas muy hermosas desde la perspectiva libertaria y emancipadora y realidades y urgencias prácticas a las cuales debe dar respuesta un sistema policial y penal”.

-Pero este tipo de reflexión puede conducir a interpretaciones inquietantes…

-Pero lo que sí es cierto, e incluso historiadores como Rafart, Duart, Van Hauvart sostienen, es que la realidad urge…

-Rafart sostiene desde hace mucho que hay que explorar en el pasado las razones, las raíces de esta violencia. ¿No?

-Sí, hay que explorar cómo, para el caso de la Patagonia, de los ex Territorios Nacionales, el Estado, una vez que triunfó el rifle como elemento de orden, bueno… fue modelando su relación con la sociedad. Cómo se aplicó ese excluyente “hacer cumplir la ley sí o sí”. ¿Qué se cometió en ese camino? ¿Qué impunidades y sus alcances tuvo ese cumplir la ley?

-¿Quiénes han avanzado desde la historia regional en esa línea?

-Buenos profesionales: Rafart, Susana Bandieri, los muy buenos trabajos de Ernesto Bohoslavsky, que junto con Germán Soprano compiló “Un Estado con rostro humano. Funcionarios e instituciones estatales en Argentina (1880 a la actualidad)”. Hay mucha gente a lo largo y ancho de la Patagonia investigando el pasado territorial que tanto tiene que ver con este presente.

-¿Y las fuentes?

-Las hay y hay. Y se indaga a partir de ellas con método científico… Sí, sí, es una hora muy buena para la investigación histórica sobre nuestra inmensa y seductora Patagonia. Lástima que…

-¿Qué los trabajos quedan muy circunscriptos al mundo académico? La política, por caso, sigue de largo…

-¡Si fuera sólo la política…!

CARLOS TORRENGO

carlostorrengo@hotmail.com


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