Intoxicación por achuras: se descartó un cuadro de salmonella en uno de los internados
Dos personas permanecen hospitalizadas en Berazategui por el consumo de carne en mal estado. Cuál es su estado de salud y qué recomendaciones realizaron las autoridades.
Dos personas fallecieron en las últimas semanas por el consumo en mal estado.
Las dos personas que aún permanecen internadas en Berazategui por el consumo de achuras en mal estado evolucionan favorablemente. A uno de los pacientes se le realizaron análisis de laboratorio que descartaron un cuadro de infección por salmonella o shigella, como sí ocurrió con las dos víctimas fatales de las últimas semanas.
La noticia fue confirmada por el director del centro de salud «Evita pueblo», Martín Garaycochea. “Mediante cultivos se descartó que fuera intoxicación por los mismos patógenos que fallecieron las otras dos persona. El paciente evoluciona favorablemente, empezó a orinar por sus propios medios, lo que significa que está saliendo de la insuficiencia renal y estamos evaluando extubarlo”, comentó el doctor ante la prensa.
Un cuarto paciente se encuentra internado en una clínica privada. Según informaron fuentes del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, “el resultado de las muestras biológicas arrojó que se trata de una infección por salmonella”.
Se trata de un hombre de 40 años, que trabaja como repartidor de achuras y cerdo. Se estima que habría consumido carne del mismo sitio que lo hizo el primer fallecido.
Desde el Ministerio de Salud de Nación confirmaron que se trata de un brote y que están realizando las pruebas de laboratorio precisas para determinar su origen. “No nos apresuramos a atribuir a un determinado agente el brote que estamos investigando”, aseguraron.
En los dos fallecidos, los cultivos de materia fecal indicaron la presencia de las bacterias salmonella y shigella. Se trataba de un hombre de 48 y otro de 36 años.
Las recomendaciones de Salud
A propósito de estos casos, las autoridades sanitarias de la Provincia de Buenos Aires emitieron un comunicado en el que recomendaron:
– Utilizar agua segura. Si no es agua de red, agregar dos gotas de lavandina por litro de agua o hervirla de 2 a 3 minutos, o utilizar pastillas potabilizadoras.
– Practicar costumbres de higiene como lavado de manos con agua y jabón después de ir al baño, después de cambiar los pañales y, las madres, antes de dar de mamar. También antes y después de preparar alimentos (en especial después de tocar carne cruda) y consumirlos.
– Mantener la higiene en la preparación de alimentos.
– Utilizar alimentos frescos, limpios, bien cocinados y recientemente preparados.
– Lavado de vegetales: lavar y desinfectar cuidadosamente con agua segura frutas y verduras sobre todo si se consumen crudas y en lo posible, pelarlas.
– Cocinar bien los alimentos: los huevos hasta que tengan consistencia dura. Si los huevos tienen olor o sabor extraño, no consumirlos.
– Las carnes deben estar bien cocidas por dentro y por fuera, hasta que pierdan totalmente el color rosado, teniendo especial cuidado con la carne picada, hamburguesas, albóndigas, empanadas, pastel de carne, achuras, etc. Cocción correcta: cocinar completamente hasta que no queden partes rosadas en su interior y sus jugos sean claros (mínimo 71°C en el centro de la pieza).
– Si la carne tiene mal olor al momento de prepararla, o perdió la cadena de frío, no consumirla. Las carnes no deben descongelarse más de una vez en caso de haber sido frizadas.
– No usar el mismo cuchillo, tabla o mesada donde se apoyó carne cruda para cortar otros alimentos, sin antes lavarlos con agua y detergente.
– Evitar la contaminación cruzada: en las áreas de preparación de alimentos limpiar y desinfectar las superficies, las tablas de cortar y los utensilios después de que hayan tomado contacto con carne cruda y/o sus jugos.
– Separar las carnes crudas y/o sus jugos de los alimentos listos para consumir principalmente durante la compra, el almacenamiento y la preparación de los mismos.
– Consumir leche, derivados lácteos y jugos que estén pasteurizados.
– Conservar alimentos frescos y cocidos en la heladera.
– Evitar la ingesta de medicamentos sin indicación médica e infusiones caseras.
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