Navidad 2020: ¿armamos el arbolito?

Hoy es el día en el que, por costumbre, tradición o religión, se arma el pinito de Navidad. Estás serán unas fiestas muy especiales, aquí y en el mundo, después del año más raro que nos ha tocado vivir. Pero aun con distancia social y alcohol en gel, celebraremos las fiestas.

Es oficial. A partir de hoy, la Navidad entrará a nuestros hogares de modo presencial. Por tradición para muchos, por religión para otros, o por que sí para otros tantos, hoy es el día en que se arma el pinito navideño que suele acompañarnos hasta el 6 de enero, cuando “vienen” los Reyes Magos.


En un año tan particular como este, con una Navidad que sin dudas será distinta, la costumbre toma otros rasgos. Hay quienes preferirán la austeridad a la hora de armar su arbolito. Y hay quienes, para marcar un cambio rotundo, preferirán sumar brillos, y luces, para que el espíritu navideño y de las fiestas imponga otra energía, después de tantos meses de encierro.

Simples, y de madera, sólo con lucecitas, grandes, discretos, verdes, blancos, reales, de plástico, simbólicos… No importa tanto el modelo que cada uno elija para su pinito de Navidad. Tenga la forma que tenga, y más allá de la realidad que vive el mundo, la Navidad comenzó a colarse por todos los rincones.

Todos los ingresos a los supermercados están marcados por la decoración navideña. Boas brillantes, bolas de colores, estrellas. Y también panes dulces, turrones, maní con chocolates. Puede que nosotros llevemos barbijo y que nos tomen la temperatura antes de entrar, pero como dice la canción, la Navidad ya está alrededor.


Fiestas distintas



Lo que ocurre entre nosotros ocurre también en mundo. Sólo que mientras aquí los números han cedido bastante, Europa y Estados Unidos viven una segunda y preocupante ola que limita los festejos navideños seriamente.

En España, por ejemplo, el gobierno pidió ayer a la gente que observe voluntariamente las reglas de distanciamiento social y otras medidas durante las vacaciones de Navidad.

“No podemos poner un policía en cada casa”, dijo el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Allí, habrá toque de queda entre la 1:30 a.m. y las 6 a.m. en Nochebuena, Navidad y Nochevieja, y las reuniones familiares se limitarán a 10 personas. “Con la COVID no se juega, vayamos con cuidado”, insistieron.

Un clásico de la Navidad en Nueva York: el Rockefeller Center.


Las autoridades sanitarias británicas, por su parte, informaron que es “probable” que la pandemia se reduzca de forma importante “de aquí a la primavera” gracias a las vacunas que comienzan a colocarse hoy. Pero advirtieron que se produciría un repunte después de Navidad.

“Los efectos de la vacunación se empezarán a notar probablemente de aquí a la primavera (boreal) con una importante reducción del número de hospitalizaciones, visitas médicas y decesos relacionados con el Covid, pero tendrán que pasar muchas semanas hasta entonces”, apuntan en una carta común al personal sanitario los directores médicos de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte. “Las interacciones en torno a Navidad podrían ejercer una presión adicional en los hospitales y los centros sanitarios en Año Nuevo y tenemos que prepararnos para ello”, advierten.


Ansiadas y temidas



Sí. La Navidad es una de esas fechas tan esperadas como temidas. Esperadas por algún posible reencuentro familiar. Y temidas por las consecuencias de algunos posibles relajamientos en los cuidados que aún deben mantenerse.

En Río Negro, hasta el 20 de diciembre están autorizadas las reuniones de hasta 20 personas -menos en Bariloche y Dina Huapi- en espacios cerrados. Hay que ver qué ocurre luego de esa fecha. Lo mismo que en Neuquén.

Más allá de estas flexibilizaciones, lo cierto es que en la calle, junto con el espíritu navideño y de las habituales celebraciones de diciembre, se nota cierta laxitud en el cumplimiento de las normas. Ya es más habitual ver a personas sin barbijo y el descenso de casos parece empujar la convicción de que la pandemia ya no es tal.

Venecia, con su artístico árbol, pero sin turistas.


Malas noticias: el coronavirus sigue entre nosotros, y en las fiestas habrá que mantener los cuidados que habíamos aprendido: distancia social, barbijo, lavado de manos, alcohol en las manos.

Las postales del mundo que nos llegan de la Navidad no son tampoco las que vimos hasta el año pasado. La mayoría de los arbolitos y de la tradicional decoración de luces en las principales ciudades del mundo, ya está ahí, como para que nadie olvide que es diciembre y la esperanza está intacta. Pero casi no hay gente en la calle.


La historia de los arbolitos



Pero hoy es día de adornar la casa con el arbolito. El famoso pinito se considera como una adaptación del árbol de la vida y hasta del árbol del universo, que es propio de la mitología nórdica.

Hace miles de años, ese árbol era conocido como Frey y usado para celebrar el nacimiento del dios del Sol y la fertilidad.

Moscú, otro de los lugares donde ya se palpita la Navidad.


Según un relato del siglo VIII, San Bonifacio -para que se terminara con la adoración de los dioses -, decidió cortar el árbol y en su lugar, puso un pino de hojas perennes. Ylo adornó con manzanas que representaban al pecado original y con velas como símbolo de la luz de Cristo. Con el tiempo, esas manzanas y las velas, se transformaron en luces y bolitas, exactamente igual que se visualiza un árbol de Navidad actual.

De aquel entonces a este raro 2020 ha pasado mucho tiempo. Pero aquí seguimos, con la costumbre de armar el pinito. Y de celebrar la Navidad, aún con barbijo.


Decorar y tener un arbolito en el 2020 sale un 40 % más caro



Los precios de los arbolitos de producción nacional subieron alrededor de 40% respecto al año pasado, según un informe de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ). Esta variación, según la CAIJ, está “muy por debajo de la variación de precios de los importados y está teniendo una buena demanda a pesar de algunas dificultades por el abastecimiento de insumos como el plástico y el alambre”.

Precios

$900
hay que invertir para contar con un árbol pequeño, de 90 centímetros, adornado con boas brillantes.
$10.000
es el precio del más frondoso de los arbolitos. A más ramificaciones, más precio…


En cuanto a los juguetes, en los meses previos a Navidad los precios a salida de fabrica de los juguetes nacionales registraban subas en torno al 40%. Este es un año de transición en el cual se están liquidando stocks de juguetes importados.


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