Rubén López acorralado: renuncia o lo excluyen

El oficialismo tiene decidido el destierro del legislador acusado de abuso sexual. Weretilneck se reunirá hoy con el bloque para definir el camino y atenuar el impacto del caso para el gobierno.

El destierro parlamentario de Rubén López, con una causa penal por abuso sexual, está alojado en el oficialismo.

Esa convicción interna derivó en la evaluación del mecanismo de salida: la renuncia del legislador o su eventual destitución por parte del cuerpo.

Ese análisis es todavía reservado, entonces la respuesta pública de JSRN se circunscribe a la forzada “licencia otorgada -sin goce de sueldo-” y la “espera del proceso judicial”.

Pero, las coincidencias son contundentes: el paso legislativo de López está cumplido y sólo restan saber tiempos, formas y protagonistas.

Nadie puntea para liderar esa misión de separación y, como siempre, todos los diputados miran al gobernador Alberto Weretilneck.

El mandatario concurrirá mañana a la Legislatura para su discurso inaugural y, según preveía semanas atrás, lo haría con el tema López resuelto política e institucionalmente, pues la investigación penal tendría mayor celeridad. Sin embargo, eso no fue así.

Tampoco hay que descartar que Weretilneck requiera -en las próximas horas- la renuncia a López, pues su relato se derrumbó. En el inicio, el legislador juró al gobernador que nada de lo afirmado por la joven había ocurrido. Testigos en la Justicia coinciden con la denunciante, y hasta la defensa acomodó su versión.

Dos caminos existen en el desenlace. “El mejor sería su renuncia y el otro, en el peor de los casos, sería la destitución por parte del cuerpo”, advierte un miembro del poder.

No hay antecedentes sobre el apartamiento de un legislador. Así, esa alternativa y la interpretación ya fue estudiada.

No será un juicio político. Si es necesario, el trámite será más rápido porque se piensa encuadrar el caso López en el artículo 139° de la Constitución Provincial, puntualmente en las “atribuciones de la Legislatura”. Su inciso segundo establece que el cuerpo “por desorden de conducta en el ejercicio de sus funciones” puede “corregir a sus miembros con dos tercios de votos”, “y los excluye de su seno con los cuatro quintos”. Esta separación requeriría entonces 37 adhesiones, y esa mayoría especial está garantizada.

En el gobierno se espera no llegar con el caso al cuerpo, y confían en el poder de convencimiento de Weretilneck. El bloque de JSRN se reunirá esta tarde y, posiblemente, asistan el mandatario y el vicegobernador Pedro Pesatti. Ayer, su presidente Alejandro Palmieri se mantuvo en la línea pública original. El oficialismo -declaró- “es el más interesado” en que la Justicia avance y clarifique la situación, resaltando que el hecho es “muy grave” y “afecta” al mismo gobierno.

“La dilatación (judicial) genera incertidumbre” y repitió en “esperar el proceso judicial”, afirmando que aún no fue ni citado a indagatoria. Igual, Palmieri resaltó que “la Legislatura -en un hecho sin antecedentes”- otorgó la licencia por 90 días y enfatizó que la decisión fue “unánime” en Labor Parlamentaria, en referencia a la postura crítica asumida posteriormente por el FpV.

Si la responsabilidad queda en la Legislatura, se necesitaría el aval de 4/5 del cuerpo (37 votos) para formalizar la salida por “desorden de conducta”.

El destierro parlamentario de Rubén López, con una causa penal por abuso sexual, está alojado en el oficialismo.

Esa convicción interna derivó en la evaluación del mecanismo de salida: la renuncia del legislador o su eventual destitución por parte del cuerpo.

Ese análisis es todavía reservado, entonces la respuesta pública de JSRN se circunscribe a la forzada “licencia otorgada -sin goce de sueldo-” y la “espera del proceso judicial”.

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Pero, las coincidencias son contundentes: el paso legislativo de López está cumplido y sólo restan saber tiempos, formas y protagonistas.

Nadie puntea para liderar esa misión de separación y, como siempre, todos los diputados miran al gobernador Alberto Weretilneck.

El mandatario concurrirá mañana a la Legislatura para su discurso inaugural y, según preveía semanas atrás, lo haría con el tema López resuelto política e institucionalmente, pues la investigación penal tendría mayor celeridad. Sin embargo, eso no fue así.

Tampoco hay que descartar que Weretilneck requiera -en las próximas horas- la renuncia a López, pues su relato se derrumbó. En el inicio, el legislador juró al gobernador que nada de lo afirmado por la joven había ocurrido. Testigos en la Justicia coinciden con la denunciante, y hasta la defensa acomodó su versión.

Dos caminos existen en el desenlace. “El mejor sería su renuncia y el otro, en el peor de los casos, sería la destitución por parte del cuerpo”, advierte un miembro del poder.

No hay antecedentes sobre el apartamiento de un legislador. Así, esa alternativa y la interpretación ya fue estudiada.

No será un juicio político. Si es necesario, el trámite será más rápido porque se piensa encuadrar el caso López en el artículo 139° de la Constitución Provincial, puntualmente en las “atribuciones de la Legislatura”. Su inciso segundo establece que el cuerpo “por desorden de conducta en el ejercicio de sus funciones” puede “corregir a sus miembros con dos tercios de votos”, “y los excluye de su seno con los cuatro quintos”. Esta separación requeriría entonces 37 adhesiones, y esa mayoría especial está garantizada.

En el gobierno se espera no llegar con el caso al cuerpo, y confían en el poder de convencimiento de Weretilneck. El bloque de JSRN se reunirá esta tarde y, posiblemente, asistan el mandatario y el vicegobernador Pedro Pesatti. Ayer, su presidente Alejandro Palmieri se mantuvo en la línea pública original. El oficialismo -declaró- “es el más interesado” en que la Justicia avance y clarifique la situación, resaltando que el hecho es “muy grave” y “afecta” al mismo gobierno.

“La dilatación (judicial) genera incertidumbre” y repitió en “esperar el proceso judicial”, afirmando que aún no fue ni citado a indagatoria. Igual, Palmieri resaltó que “la Legislatura -en un hecho sin antecedentes”- otorgó la licencia por 90 días y enfatizó que la decisión fue “unánime” en Labor Parlamentaria, en referencia a la postura crítica asumida posteriormente por el FpV.

Datos

Si la responsabilidad queda en la Legislatura, se necesitaría el aval de 4/5 del cuerpo (37 votos) para formalizar la salida por “desorden de conducta”.

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