Violencia en el fútbol: Aguilar le echa la culpa a la falta de prevención

El titular de Ríver, José María Aguilar, habló de los graves incidentes ocurridos en la cancha de Bánfield y consideró que se debe trabajar en la prevención para evitarlos y erradicarlos.

BUENOS AIRES (DyN) – Jose María Aguilar, presidente de Ríver Plate, explicó los graves incidentes generados por el público de su club y que obligaron a la suspensión del partido que Bánfield ganaba por 5 a 0 al asegurar que «el tema está en que no tenemos ninguna capacidad de prevención».

Apuntó Aguilar que «el domingo Ríver, en esa tribuna, había metido muy poca gente. En total, tengo acá la planilla, se vendieron 4.162 generales, de las cuales aproximadamente 3.200 eran de la tribuna de Ríver».

«Habiendo 3.200 personas para las ocho mil que había en la cancha, había más de quinientos efectivos policiales. Entonces, indudablemente, el tema está, y lo vivimos en otras áreas de la vida mucho más trascendentes, desde lo profundo de la sociedad, en que no tenemos ninguna capacidad de de prevención», afirmó.

Añadió el presidente de Ríver que «lo más triste de todo esto, lo que a mí me angustia y con lo cual estoy tratando de hacer lo poco que puedo hacer desde que me desperté, o desde el domingo por la noche, mejor dicho, cuando terminó el partido, es que hay dos chicos que están a punto de perder un ojo».

«Eso es lo verdaderamente irreparable -siguió- y le digo la verdad: yo voy a la cancha desde que tengo uso de razón. Tengo cuarenta años y desde que tenía ocho mi papá me llevaba muy seguido. Todos sabemos que si vos metés policía en una tribuna y generás un fenómeno represivo como se generó el domingo, pueden ocurrir este tipo de episodios».

Relató Aguilar a radio La Red que «yo seguía la crónica de TyC, de TN, de Crónica, de Canal 26, de todos los que cubrieron el evento, y era evidente que había veinte tipos subidos al alambrado y había tres cientos o cuatrocientos que querían bajarlos».

Interrogado sobre las razones por las que se mandó a los efectivos policiales a ese sector, consideró el dirigente que «esto es lo inexplicable. Cualquiera sabe lo que sufrimos a partir de la cuestión policial. Y no es atacar al comisario de turno, es un tema que también es parte de nuestra cultura, como robar las pelotas que van a la tribuna o como romper un alambre o como no bancarse una derrota, que también es parte de las cosas que tenemos que modificar».

«El tema es mucho más genérico -conceptuó-, más profundo. Lo que no podemos hacer es dejarnos abatir. Hay que luchar todos los días contra esto, por eso estamos tratando de cambiar al público en el mejor sentido, incorporando niños, incorporando mujeres».

No obstante, señaló Aguilar que «ahora, si para tres mil quinientas personas, quinientos policías no pueden evitar que se haga un agujero en el alambre, hay que repensar qué es lo que tenemos».

Al preguntársele si considera normal que los hinchas roben tres o cuatro pelotas, el presidente de Ríver sostuvo que «cualquiera que vaya a la cancha sabe que esto es normal. El domingo, con el tema de las pelotas, había una serie de cuestiones. Creo que faltaban pelotas en la cancha».

«Lo hacen, lo hacemos todos los clubes de la Argentina -admitió-. Es esa picarezca insólita y mal entendida. En este tipo de cancha, con tribunas muy cercanas, con el alambrado de por medio, el robo de pelotas es muy habitual y es casi parte de la cultura. No deja de ser condenable. Pero indudablemente ese no fue el episodio que desencadenó toda esta tragedia».

Duhalde los quiere a todos sentados

BUENOS AIRES (DyN) – El presidente Eduardo Duhalde manifestó ayer, en relación con los graves incidentes entre un sector del público y la policía que obligaron a la suspensión del partido que Bánfield le ganaba a Ríver, que «la impresión que tengo es que va a haber que ordenar en las canchas que la gente esté sentada».

Duhalde, reconocido simpatizante de Bánfield, comentó que ayer «lo vi por televisión» y que «desgraciadamente hay un clima, no sólo en el fútbol, de mucha agresividad».

Interrogado sobre si fue un error habilitar el estadio de Bánfield para un encuentro de tanta convocatoria, el presidente consideró que «eso pasa en cualquier estadio. Son partidos importantes pero el domingo no había tanta gente».

«Sin embargo, hubo una gran agresividad también el sábado en partidos de la B. Habrá que ir buscando darle más comodidades a la gente, tenerla sentada. Eso, en Europa, dio buen resultado», apuntó Duhalde.

A la pregunta de si se debe terminar con las llamadas «barras bravas», el presidente respondió con un tajante «sí», y en cuanto a si lo preocupa la realización del clásico mayor entre Ríver Plate y Boca Juniors a jugarse el próximo domingo, expresó que «la impresión es que en la cancha de Ríver no hubo grandes problemas últimamente».

Olvidó Duhalde que en la primera fecha del presente torneo Apertura, el pasado 28 de julio, cuando Ríver recibió a Newell»s Old Boys, dos personas resultaron gravemente heridas, uno de bala y otro de arma blanca, en violentos incidentes ocurridos en las adyacencias del estadio con la participación de hinchas y policías.

«Hay un problema de fondo»

El presidente de Bánfield, Carlos Portel, consideró, en relación con los graves incidentes que obligaron a la suspensión del partido que el equipo de su club le ganaba por 5 a 0 a Ríver Plate, que «hay un problema de fondo y tiene que existir la decisión política de terminarlo».

Según el dirigente, «Bánfield no falló en nada. Bánfield contrata la cantidad de efectivos que dispuso el Comité de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Eran quinientos. Contrató el sistema de video. O sea, cumplimentó todo lo que el comité le sugirió».

«Lamentablemente, a veces los operativos no son lo eficaces que tienen que ser. Pero no solamente en este caso que ocurrió en la cancha de Bánfield», afirmó.

Sobre si su club tiene algo que reprocharse, aseguró Portel que «para nada. La cancha está habilitada. Rompieron el alambrado no con las manos, sino con algún tipo de herramienta que han entrado l estadio. Quiere decir que ya el cacheo falló. Pero acá hay un problema de fondo que yo creo que tiene que existir la decisión política de terminarlo».

«A veces sucede que empujan y desbordan a la policía -añadió-. La pena es que los clubes, en la situación de vacas flacas que están viviendo el país y el fútbol en particular, estamos malgastando entre entre ochenta y cien mil pesos por semana solamente en la provincia de Buenos Aires para la seguridad del estadio que, en vez de seguridad, se transforma en inseguridad».

Sostuvo el presidente que «se pueden controlar no solamente los desmanes de ayer, sino los desmanes de todos los partidos de la provincia. Estamos seguros los dirigentes y el Comité de Seguridad. Ese tema es el que se lleva la mayor cantidad de tiempo en las reuniones y hacemos las sugerencias». (AR y DyN).


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