De tatuador a diseñador de carterasde lujo, la historia de un preso mexicano

“Aunque esté preso dentro de mí soy libre”,afirma Edgar, un tatuador que en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México se convirtió en diseñador de carteras que se venden en boutiques exclusivas mexicanas. Esto es posible por el programa laboral de Prison Art México, que da empleo a 200 reclusos en cinco prisiones mexicanas.

Con la ayuda del programa Prison Art, detenidos mexicanos crean carteras de lujos utilizando técnicas de tatuaje sobre cuero.


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