Alumnos saludables, un combo con dos ingredientes y mucho beneficio

Contar con un plato caliente al mediodía y atención médica se transformaron en el sueño cumplido para los alumnos del Centro Universitario Regional Zona Atlántica (CURZA-Unco) y del Instituto de Educación Física.

Esta ayuda surge por un convenio de asistencia mutua entre ambas instituciones que intercambian programas alimenticios y de salud.

Los números son elocuentes: el Instituto distribuye unas 130 viandas diarias que al alumno le cuestan entre 15 y 20 pesos diarios. La cobertura integral sanitaria cubre a unos 2.500 estudiantes.

La vianda representa un importante refuerzo con los suficientes carbohidratos y un peso de 550 gramos, que de acuerdo a la variedad, se entrega con productos panificados y una porción de postre. Su elaboración corre por cuenta del Instituto en virtud de que dentro de sus ofertas educativas viene teniendo auge una tecnicatura en Gastronomía, y de allí ssurgen los cocineros. Además, durante tres días a la semana se entregan desayunos.

Dentro del acuerdo suscripto por el Decano del CURZA, Claudio Mennecozzi, y el director del Instituto, Rubén Quiroga, se destacan junto a ese beneficio, la atención de salud para estudiantes y la creación del Área de Deporte del centro regional universitario.

En el Instituto funciona un grupo de consultorios en el marco del Proyecto “Accesibilidad Universitaria a la Salud” que pone alcance de los alumnos, los servicios de clínica médica, nutrición, odontología y salud sexual y reproductiva. Por otro lado, cuenta con el apoyo de distintos programas de salud encarados por la provincia. Este proyecto está integrado al Programa Remediar, que facilita el acceso gratuito a medicamentos para quienes necesiten realizar un tratamiento médico.

“Nosotros tenemos un 40% de chicos (sobre 500) que no tienen obra social, y por lo tanto nuestros estudiantes se atienden en el Curza, y dentro del intercambio en nuestro salón de usos múltiples le damos clases a chicos de su jardín maternal y asignamos a un profesor nuestro para dar cobertura deportiva a la población de universitarios que no hacen actividad, y a cero pesos”, explicó Quiroga a “Río Negro”.

Mennecozzi hizo un repaso de este esfuerzo conjunto con réditos sociales destacando además que para asignar estas ayudas se hizo un relevamiento previo de las condiciones social económicas de los estudiantes. “Desde el Curza se dicta la carrera de Enfermería por lo tanto nosotros no podemos ser indiferentes, y nos compromete a estar atentos a la salud de los estudiantes”.

“No todos los chicos tienen el dinero para comer todos los días. A muchos se les va el presupuesto con el alquiler mensual de 7.000 o 8.000 pesos”.

Juan Olivares, alumno del Instituto que reparte las viandas.

“Me genera un importante ahorro porque no soy de cocinar mucho, y afuera, una milanesa con puré afuera me sale 35 pesos”

Damian Calpanichay, uno de los estudiantes que utiliza el servicio.