Caso Atahualpa: a la espera de un nuevo juicio

Caso Atahualpa: a la espera de un nuevo juicio

Han pasado casi nueve años y un hecho aberrante como el asesinato del joven Atahualpa Martínez de Viedma sigue impune, al igual que el de Otoño Uriarte de Fernández Oro hace 10; o el de Sergio Sorbellini y su novia Raquel Lagunas de Río Colorado hace 28 años, entre otros.

Tanto el crimen del viedmense como la joven pareja de 17 y 19 años fueron investigados durante años, tuvieron juicio, nulidad y seguimiento de una comisión legislativa. En el caso de Lagunas y Sorbellini el primer Juez de Instrucción, Fernando Bajos, fue destituido mediante un juicio político.

Ahora, en la causa Atahualpa se suma el inicio de sumarios contra quienes actuaron como juez de Instrucción, Carlos Reussi, y fiscales -Daniela Zágari y Ricardo Falca-. El diputado Adrián Casadei será el sumariante y adelantó que en aproximadamente un mes y medio podría elevar el sumario al Consejo de la Magistratura del que forma parte.

En tanto, un nuevo Tribunal integrado por los jueces de Viedma Carlos Mussi, Ignacio Gandolfi y Rosana Calvetti esperan que se expida la Suprema Corte de Justicia de la Nación para iniciar los trámites previos al segundo juicio, tras ser anulado por el Superior Tribunal de Justicia el primero en el que los tres imputados -Belén Barrientos, Felipe Carrasco y Carlos Morales Toledo- fueron absueltos. Contra esa nulidad, la Defensora General de la provincia, Rita Custet, fue en queja a la Corte de la que ahora se espera que confirme o no lo dispuesto por el STJ.

Natalia Faluggi, consejera en representación del Colegio de Abogados de Viedma fue quien pidió al Consejo de la Magistratura en su reciente reunión que se inicie sumario a quienes investigaron el homicidio de Atahualpa por “mal desempeño de la función”. La abogada analizó el informe de la comisión especial de la Legislatura y las actuaciones penales seguidas en esta investigación.

En el informe de 49 páginas, la abogada advirtió una serie de irregularidades. Entre ellas que ninguno de los tres funcionarios judiciales dispuso una inspección en el bar Miloka donde fue visto Atahuala por última vez con vida, a pesar de contar con este dato a las pocas horas del crimen. Entre otras observaciones, puso énfasis en el hallazgo de la famosa campera con una mancha de sangre que fue secuestrada en el domicilio de Carrasco en julio de 2008. En diciembre de ese año fue detectado el ADN de Atahualpa pero recién en 2011 fue realizada esa prueba a Carrasco que dio negativo y en febrero de 2012 a Morales Toledo encontrándose una presencia minoritaria de su perfil genético en esa mancha.

“Tanto el juez como la fiscal estaban al tanto de la presencia en la campera de manchas de sangre de origen humano” apenas fue secuestrada y “no se explica la razón por la cual no se ordenó el cotejo con los ocupantes de la vivienda ni bien se conoció que había sangre de Atahualpa”, sostuvo Faluggi.

El entonces juez Reussi se avocó a la causa en junio de 2012, cuatro años después del homicidio, iniciándose una especie de segunda etapa investigativa hasta el cinco de setiembre de 2013 que la elevó a juicio.

Siete años de espera

Atahualpa Martínez tenía 18 años cuando el 15 de junio de 2008 fue asesinado de un balazo que le ingresó en la espalda. Su cuerpo apareció en las afueras de Viedma, en un camino vecinal de tierra que conecta la avenida Perón con el autódromo y en inmediaciones de la planta trasformadora de electricidad. María Belén Barrientos que se crió en el barrio Lavalle con la víctima, Felipe Carrasco y Carlos Morales Toledo, también vecinos fueron procesados.

El 23 de octubre de 2014 fueron absueltos, sentencia que luego fue anulada por el Superior Tribunal de Justicia ordenando un segundo juicio que aún espera.