Circular con auriculares o celulares: una moda peligrosa

Las recomendaciones o la tragedia no alcanzan para advertir el peligro de salir con los auriculares puestos o el uso del celular en la calle.

Para tomar conciencia no bastan la tragedia ajena ni las recomendaciones. Y hasta es entendible desde el lugar que uno nunca apuesta a que algo terrible le pueda suceder: “si lo hago siempre”. Mucho menos cuando la práctica está vinculada a mejorar la calidad de vida, disfrutar del aire libre, de la naturaleza. Pero para todo hay que tomar precauciones. No desafiar el peligro como sabiamente decían las abuelas.

Circular con los auriculares colocados se ha trasformado en un serio inconveniente tanto como el uso del celular. La música, las voces de una radio o la charla telefónica nos anulan un sentido y alejan la realidad circundante. Si se está caminando, corriendo, en patineta, en bici, en moto o manejando un auto en esas condiciones el riesgo aumenta a tal punto de hasta pagar con la vida misma.

Hace un par de meses una joven mujer murió mientras caminaba sobre las vías del tren en San Antonio Oeste con los auriculares colocados, según trascendió en ese momento. La música -tal vez como tantas otras veces- le hacía compañía pero también le impidió escuchar el ruido de la locomotora que se acercaba detrás suyo. Tampoco oyó los gritos de unas personas que trabajaban en el techo de una casa y que le advertían de esa gigantesca proximidad.

Desde la tarde del lunes, otra mujer lucha por su vida en la sala de terapia intensiva del hospital Zatti a donde fue derivada desde Conesa donde reside. Tal vez aprovechando la agradable temperatura salió en su bici y eligió en su trayecto la ruta N°250. Mientras circulaba en dirección al norte intentó girar hacia la izquierda en el ingreso a la ciudad sin advertir que a escasos metros seguía sus pasos una ambulancia con destino a Viedma. Los reflejos del chofer alcanzaron a esquivar el movimiento de giro de la mujer que fue rozada por el espejo lateral con la consecuente caída. La enfermera que se trasladaba en la ambulancia la auxilió en forma inmediata y una de las primeras medidas que habría adoptado para una mejor atención habría sido retirarle los auriculares que llevaba colocados.

Hoy es frecuente observar en muchas personas que salen a caminar, en bici, rollers, patineta, moto o auto hacerlo sin dejar de estar conectados, sin protección y sin la precaución necesaria para evitar inconvenientes. Por lo menos circular en sentido contrario a la dirección obligatoria vehicular para observar cuando se acercan. Con auriculares o celus como si el sonido del viento, de los pájaros, del agua o el silencio de la naturaleza no fueran suficientes para disfrutar.


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