Condenaron a 12 años de prisión a un hombre que abusó de su hijastra

Los jueces consideraron que el abuso fue agravado por su condición de tutor y por el aprovechamiento de la situación de convivencia.

La Sala B de la Cámara Criminal de Viedma condenó a un hombre a la pena de 12 años de prisión, por considerarlo autor penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal contra su hijastra, agravado por su condición de tutor y por el aprovechamiento de la situación de convivencia en forma continuada.

Así lo resolvieron los jueces Marcelo Chironi, como presidente; Daniela Zágari y Carlos Reussi como vocales.

Se le imputa haber sido quien, en Viedma durante el 2008, en las viviendas en que convivía con su pareja y la hija de ella, abusó sexualmente con acceso carnal de la menor en múltiples ocasiones, aprovechando la situación de convivencia y valiéndose de amenazas a la niña.

El 8 de noviembre pasado se realizó la audiencia a la que asistieron el Fiscal de Cámara Hernán Trejo y el imputado asistido por su defensora, Marta Ghianni. Una vez escuchados los testimonios el Presidente procedió a incorporar por su lectura el resto de la prueba.

Luego se pasó a la instancia de los alegatos, haciéndolo en primer término el Fiscal de Cámara Hernán Trejo quien entendió que con la prueba se acreditó la autoría y responsabilidad del imputado en el hecho. Solicitó la pena de 12 años de prisión efectiva, por encontrarlo autor del delito de abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por ser cometido por el encargado de la guarda de la víctima y por aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente con la víctima.

Por su parte, la Defensora manifestó que la conducta de su defendido no encaja en la figura, ni en la pena que pretende el Fiscal de Cámara.

El Juez Chironi (voto rector) en la sentencia afirmó: “advierto que los elementos probatorios me permiten concluir (…) que los hechos se han sucedido en los términos de la acusación fiscal, y que el encartado es responsable penalmente de los mismos. Como ya tenemos dicho reiteradamente, los hechos de abuso sexual que nos toca juzgar, resultan de cierta complejidad probatoria, y deben además ser cuidadosamente examinados, con la máxima prudencia, en tanto se trata de hechos que generalmente transcurren en la intimidad, alejados de la mirada u observación de terceros, protegidos por esa intimidad buscada obviamente ex profeso por el victimario para asegurar su impunidad”.


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