El jabalí, una amenaza para la producción zonal

Un estudio de la UNRN revela la presencia en esos animales de bacterias causantes de tuberculosis y brucelosis.

El jabalí, una amenaza para la producción zonal

El jabalí silvestre constituye un serio riesgo para la producción pecuaria en el noreste Patagónico, particularmente en el Valle Inferior de Río Negro y el partido de Patagones. Así se desprende del trabajo de investigadores de la carrera Licenciatura en Ciencias del Ambiente de la Universidad Nacional de Río Negro, Sede Atlántica.

El estudio, llevado adelante desde el año 2014 por Diego Birochio, Marina Winter y Sergio Abate, contó con la colaboración de cazadores de jabalíes de la Comarca.

Con análisis realizados en los laboratorios de la Universidad, de Funbapa y otros laboratorios internacionales como el Laboratorio Central del Senasa, los de INTA Balcarce e INTA Castelar, y los de las Facultades de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de La Plata, los investigadores determinaron la circulación de bacterias causantes de tuberculosis y brucelosis en jabalíes de la zona.

Los resultados de la investigación demostraron la circulación del virus de la enfermedad de Aujeszky -que genera serios trastornos reproductivos en ganado porcino- en aproximadamente un 50 por ciento de los jabalíes estudiados, un porcentaje que los investigadores consideran alarmante y que atenta contra el programa nacional de enfermedades de los porcinos que lleva delante el Senasa.

Desde la institución se recomendó “llamar la atención de los servicios de sanidad animal y las carteras de producción pecuaria de las provincias involucradas, particularmente porque en la región se cuenta con un centro de inseminación artificial porcino registrado ante el Senasa, y un centro de producción porcina”.

Agregan que “considerando que la reglamentación actual no contempla el análisis, identificación y eliminación de porcinos infectados por enfermedad de Aujeszky en aquellos establecimientos con reducido número de madres o para consumo familiar -como son la mayoría de los establecimientos de la región- esto constituye un serio riesgo para el aumento de la circulación de la enfermedad”.

Abate sostuvo que “debiera abrirse un laboratorio de análisis de Aujeszky en nuestra zona, que permita evaluar la posible circulación de este virus en los porcinos de pequeños productores, ya que se desconoce la prevalencia de esta enfermedad en sus animales, quienes pueden interactuar con jabalíes de vida libre”.

Además, el equipo de trabajo demostró la existencia del parásito de la triquinelosis mediante estudios serológicos, cuyo alcance todavía está en estudio. Sin embargo, la ocurrencia de casos de triquinosis en humanos en otras regiones cercanas -zona andina de Neuquén y Río Negro- por consumo de carne y subproductos de jabalí, constituye una evidencia que alerta sobre esta problemática potencial en la zona de estudio.

Por último, la investigación detectó Leptospira en el jabalí de la región -Valle Inferior de Río Negro y el partido de Patagones-, representando un riesgo para la ocurrencia de leptospirosis en ganado bovino y porcino. Esta enfermedad es endémica en Argentina y constituye una de las graves enfermedades bacterianas que puede reducir marcadamente la producción, generar abortos, muertes perinatales y trastornos reproductivos.

La presencia de jabalíes portadores, además de ser un riesgo para la salud humana, pone en riesgo el negocio agropecuario, que incluye múltiples actores de una compleja cadena productiva.

La investigación fue presentada por la licenciada Marina Winter en las Primeras Jornadas Regionales del Jabalí, en Uruguay, por invitación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de ese país.


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