Encuentran culpable al abuelo que abusó de su nieta

Carlos Sánchez, de 78 años, podría recibir una pena de entre 8 y 20 años de prisión.

La justicia encontró culpable de abuso sexual gravemente ultrajante a un abuelo acusado de haber vulnerado sexualmente a su nieta entre 2001 y 2005, cuando la niña -hoy ya una mujer adulta madre de un pequeño- tenía entre 8 y 12 años.

La semana próxima, el Tribunal presidido por Juan Martín Brussino Kein e integrado además por Ignacio Gandolfi e Itziar Soly, determinará la pena que le corresponde que -según fija el Código Penal- puede ir de los 8 a los 20 años de prisión.

El imputado, Carlos Sánchez, tiene en la actualidad 78 años lo que podría significarle contar con el beneficio de la reclusión domiciliaria, bajo el cumplimiento de determinados requisitos.

Por el momento, de manera preventiva, los magistrados resolvieron colocarle una tobillera magnética, que le permitirá recorrer el ejido de Viedma hasta tanto se fije la pena y quede efectiva la sentencia.

La audiencia de ayer, en la que los jueces dieron a conocer la culpabilidad del acusado, terminó entre gritos de parte de la propia víctima, de otras jóvenes integrantes de agrupaciones de género y de otros familiares de ambos que luego de conocidos sus actos le recriminaron sus conductas pedófilas.

La nieta del condenado, hoy ya una mujer militante del movimiento que repudia y concientiza acerca del Abuso Sexual Infantil, pudo efectivizar la denuncia muchos años después de cometidos los actos impropios contra su integridad, por lo que el proceso debió sortear pedidos de prescripción y se reconstruyó la prueba.

Los magistrados coincidieron con el pedido de culpabilidad que en los alegatos expusieron el fiscal Juan Pedro Puntel y la querella, representada por la abogada María Julia Mosquera.

De acuerdo al sistema procesal vigente, en esta instancia corresponde a los jueces la declaración de culpabilidad o inocencia, y en un juicio de cesura se definirá el monto de la pena.

Querella y fiscalía solicitaron la prisión preventiva o bien el monitoreo con pulsera electrónica, atento al riesgo de fuga. Trascendió que podrían pedir en la próxima audiencia condena efectiva a 12 años de cárcel.

El defensor particular del acusado, Raúl Cámpora se opuso a la colocación del dispositivo, manifestó que su cliente siempre estuvo a derecho y que la sentencia no está firme. Finalmente, los jueces hicieron lugar al pedido de pulsera electrónica y establecieron que no podrá salir de Viedma hasta que se desarrolle el juicio de cesura.

Hubo en el auditorium del Poder Judicial, una importante cantidad de familiares y allegados a la víctima y unos pocos acompañando al acusado. Se vivieron momentos de nerviosismo, tensión y recriminaciones cruzadas luego de la lectura del veredicto de culpabilidad.


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