La llegada de la primavera se vivió a pleno en la Comarca

Cientos de niños y jóvenes le dieron la cálida bienvenida a la tercera estación del año.

Una heterogénea postal con todo el colorido, la música, la alegría, y muchas flores de regalo; conformó el panorama con que la gente de la Comarca Viedma-Patagones recibió a la estación primaveral.

Uno de los puntos de encuentro de cientos de niños y jóvenes –aprovechando la jornada soleada- fueron el anillo costanero de unos ocho kilómetros con que ambas ciudades rodean el río Negro.

La comuna capitalina adhirió a los festejos bajo el lema “Un día del estudiante sin alcohol” organizando en la Plazoleta del Fundador una propuesta que incluyó canto, baile, fútbol tenis, vóley, básquet callejero, concurso de disfraces y zumba. Los organizadores tuvieron que cortar la calle a la altura del centro cultural para permitir que la masiva concurrencia pueda participar sin inconvenientes de las actividades.

Tomando en cuenta que junto con el cambio de estación se celebraba ayer el Día Mundial de la Paz, numerosas personas se concentraron en los jardines del Ministerio de Economía –ubicado frente al río- para armar grullas de papel reciclado que son el símbolo de esta conmemoración.

El primero en hacer pie en el paseo Belgrano de la avenida costanera fue un nutrido grupo de niños y adultos que pertenecen a la Fundación Bien-estar. La mayoría se preparó desde la mañana a su manera, y vestidos con atuendos muy similares a los “comics”. Hasta las maestras dejaron la solemnidad de lado. Entre ellas se destacó “La Chilindrina”, el querido personaje de la serie mexicana “El Chavo del 8”. Desde muy temprano, las florerías quedaron desbordadas.

“Los ramos llenos de Lilium fueron los que más salieron”, cuenta Mirian Dios. Unas cuadras más adelante, Patricia Simoni se mostró satisfecha con las ventas en su céntrico local porque “esto superó nuestras expectativas, nos acompañó el clima, y el sol incentivó a la gente”.

Las florerías trabajaron desde temprano ante numerosos encargues que sirvieron para adornar, principalmente, las oficinas públicas. Muchos maridos y novios aprovecharon para haber buenas migas con sus parejas sorprendiéndolas con ramos de claveles, rosas y fresias.

Un personaje muy curioso se llevó los aplausos en la plaza Alsina. Se trata del francés Ugo Martínez, más conocido en la ciudad por “el pibe del acordeón” que ayer vendía sus cd y le hacía escuchar a los transeúntes a Edith Piaf, “el gorrión de Paris”.

Ugo, como buen europeo, ayer festejó el otoño, sin embargo despejó un secreto por el cual –esta vez sin el acordeón-, se presenta en público con una nariz de elefante. “Es que la vida es un carnaval”, explica.


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