Recuperan los restos óseos de la ballena Amancay

El animal había varado en la zona de Caleta de los Loros el 24 de junio pasado y falleció luego de siete días de agonía.

Recuperan los restos óseos de la ballena Amancay

Durante cuatro días, un grupo integrados por especialistas en fauna, técnicos, personal de Vialidad Rionegrina y voluntarios, realizaron un operativo destinado a recuperar el esqueleto de “Amancay”, la ballena franca austral que varó en Caleta de los Loros el 24 de junio pasado y falleció luego de siete días de agonía.

El personal técnico de la Dirección de Áreas Naturales Protegidas y Guardas Ambientales concretaron las tareas de disposición transitoria del cuerpo con la finalidad de controlar y resguardar las partes óseas del animal para que en un lapso de dos años pueda ser nuevamente ensamblado con fines educativos.

La secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Dina Migani, participó de la campaña luego de lo cual manifestó que “una vez recuperados los huesos del animal se expondrán con fines pedagógicos”.

El personal interviniente retiró los huesos y fueron enterrados envueltos en cal, en un campo contiguo, para mantenerlos por espacio de dos años y como parte del proceso de limpieza de las partes blandas.

Asimismo, con la ayuda de equipos viales se retiraron de la playa, donde quedó encallada, todos los vestigios de carne que pudieron haber quedado esparcidos en el sector.

Se trata de una tarea de prevención y con el propósito de evitar riesgos a visitantes que una vez pasado el invierno y con la llegada de la primavera y el verano, suelen volcarse en forma masiva a esas playas.

El equipo trabajó con elementos de protección personal para evitar contactos con algunos restos del cetáceo -una hembra subadulta- que pudo estar enfermo cuando quedó encerrado en inmediaciones de la caleta. El ejemplar midió unos 12 metros y su peso se aproximó a las 15 toneladas.

Migani aprovechó la oportunidad para agradecer el trabajo realizado por todo el personal de la Secretaría, guardas ambientales, como así también a los vecinos del sector, al señor Carlos Paileman y su familia, y a Vialidad que dispuso de sus equipos.

Ni bien se conoció el hallazgo, por parte de guarda ambientales, se montó un operativo para evaluar devolverla al mar, pero luego se llegó a la conclusión de que las posibilidades de ayudarla eran remotas. Quedó encallada a la izquierda del ingreso a la caleta sobre terreno muy blando, y según los especialistas, cualquier decisión que se hubiera tomado para moverla, le hubiese provocado un mayor deterioro de los órganos. Las autoridades esperaron el descenlace fatal debido a que de acuerdo a algunas consultas, era poco recomendable inducirla al sacrificio con lo cual se esperó el deceso en forma natural.


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