Celebraron los 100 años de la Escuela Normal Popular en Viedma

Ex docentes y ex alumnos celebraron a pura emoción el Centenario de la escuela que formó a los primeros maestros en la Patagonia.

En un día que quedará para el recuerdo que dará lugar a inscribirse en las páginas doradas de una rica historia, vecinos, ex docentes y ex alumnos celebraron a pura emoción el Centenario de la Escuela Normal Mixta Popular. Esta luego de formar varias generaciones de maestros en la Patagonia, fue cerrada en 1969 para dar paso a institutos educativos de modalidades distintas.

El primero de los actos se concretó en la plaza Alsina bajo un aguaribay, un árbol considerado emblemático ubicado frente a lo que fue colegio sobre la calle Buenos Aires porque allí fue centro de reunión de los estudiantes que en 1959 encabezaron una huelga que se extendió por dos meses cuando reclamaban por los malos tratos de profesoras.

En esa oportunidad, y colmadas de de alegría por la vivencia del encuentro, Inés Ramos y Norma Pelle, pronunciaron unas palabras de reconocimiento hacia quienes hicieron posible la formación de la Escuela y recordaron las gestiones de quienes la llevaron adelante.

El presidente del Concejo Deliberante, Mario Francioni, en su calidad de anfitrión -ya que el cuerpo deliberativo ocupado el antiguo edificio escolar reclicado a nuevo- invitó a los numerosos presentes a descubrir una placa identificadora del edificio como Concejo Deliberante, en idioma español y inglés conteniendo escritura en braile y audioguia.

La institución fue fundada en 1917 y varias generaciones de maestros salieron de sus aulas. Durante varios años funcionó la sede central de la municipalidad de Viedma, hasta que se proyectó su recuperación para ser destinada al cuerpo deliberativo.

Durante la tarde se concretó un segundo capítulo en el recuerdo de las impresiones que dejó esa institución y que sirvió para el reencuentro de ex alumnos y ex docentes.

En ese momento, caló hondo la alocución de la ex alumna y ex docente Nydia Lopez Krusse, quien parafraseando al pedagogo brasileño Paulo Freire, aseveró que en este institución de formación “no sólo hubo edificios y conceptos sino también hubo gente que trabajó y se hizo amiga”.

En ambas ceremonias, el principal homenajeado fue el impulsor de la creación el ingeniero Eliseo Schieroni. Ayer, entre las distinciones, se otorgó un reconocimiento a la dirigente de la Unión Trabajadores de la Educación de Río Negro (Unter), Sandra Schieroni, nieta del fundador.

Entre los presentes, la ex profesora Nelly Fresán destacó que “había convicción para enseñar -muy distinto ahora” y fue un “mazazo el cierre porque los institutos de formación que surgieron después no remplazaron para nada a la Escuela Normal”. Se mostró conforme con la tarea realizada sobre todo porque “algunos ex alumnos que conocieron Egipto, me agradecieron que llegaron a ese país con muchas enseñanzas mías”.

Roberto “Yayo” López, de la promoción 1947 e hijo de Cesáreo -uno de los primeros profesores-, destacó que “la escuela fue un hito histórico que vale la pena recordar”.

Las mejores imágenes de los 100 años de la Escuela Normal Mixta Popular


Los documentos pertenecientes al primer colegio de formación de maestros en la Patagonia, sobre el que se cumplen 100 años de su primer día de clases, están a salvo merced a un paciente trabajo de rescate patrimonial encarado con experiencia profesional.

El legado educativo proviene de la Escuela Normal Popular Mixta de Viedma “Eliseo Schieroni”, que funcionó como tal diseminando maestros por todo el territorio como producto de su trabajo formativo.

La voluminosa documentación contiene el acta fundacional con la impronta de Schieroni, legajos de alumnos y docentes desde el inicio hasta su cierre en la presidencia de facto del general Juan Carlos Onganía, y libros de visitas y de calificaciones; entre otras cosas.

Su puesta en valor está cargo de un equipo dirigido desde la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) por la especialista en Educación, Inés Fernández Mouján, a través de un proyecto de investigación y dos de extensión. Estas iniciativas apuntan a recuperar, organizar y resguardar la memoria de esa institución que funcionó en esta capital entre 1917 y 1969.

En su revisión, Fernández Mouján destacó ante DeViedma el valioso contenido del Acta Fundacional de febrero de ese año relacionado con que “fue la sociedad civil” encabezada por Schieroni que por encima de la Nación decidió crearla buscando “una mejor educación para sus hijos”.

Menciona otros hitos destacables, recreados mediante historia orales, sobre la importancia de la Ley del voto femenino en 1948 que le dio protagonismo a las mujeres, quienes luego -en 1959- se plegaron a una huelga de sus compañeros cuando por espacio de dos meses reclamaron un mejor trato de parte de profesoras.

Algunos ex alumnos le contaron que el contexto político que derivó en la provincialización del territorio de Río Negro y la discusión por la confirmación a Viedma como capital, “transformó a los alumnos en actores políticos” con su participación en la protesta y el seguimiento de las discusiones en la Convención Constituyente de 1957.

La investigadora dijo no tener explicaciones sobre el motivo del cierre al no existir documentación, salvo un decreto nacional que cerraba en todo el país la misma modalidad. También le llamó la atención que instituciones similares de otros puntos fueron reconvertidos en escuelas normales superiores (de formación de maestros), pero la de Viedma no tuvo la misma suerte.

Otro punto notorio para la experta fue que en el primer debate de los vecinos con los salesianos en febrero, éstos últimos se oponían a su carácter mixto. En el cierre (1969) también estaba la disputa entre la Educación católica y el Estado.

La reconstrucción y puesta en valor del material tuvo una singular protagonista como para que Fernández Mouján, y sus colaboradoras Rebeca Belloso y Georgina Herrera pudieran echar mano a su análisis.

En ese sentido, elogió el papel jugado por la ex directora del Centro de Educación Media N° 84, Cecilia Domínguez quien retuvo la documentación pese a los embates de expurgue que le impuso Educación por una invasión de ratas en la ciudad.

“Ella -apuntó- la guardó con celo pensando que alguien algún día los necesitaría y además porque su madre egresó allí”.


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