Se extiende el reclamo de familiares de policías

Acampan frente a la Jefatura de Policía a la espera de una respuesta oficial. Denuncian traslados compulsivos.

Se extiende el reclamo de familiares de policías

Marcelo Ochoa

Hasta obtener una respuesta, familiares de policías continuarán con la protesta frente a la Jefatura en la capital rionegrina. El cambio de la sobrecarga horaria es el principal reclamo que recae, especialmente, en las jerarquías más bajas donde los sueldos promedian los 15.000 pesos y obligan a doblegar esfuerzos con adicionales y guardias posibles.

Por ello, madres, padres, esposas e hijos insisten en la necesidad de plantear la situación ante el gobernador, Alberto Weretilneck.

Según lo manifestado por quienes reclaman, del jefe de la Policía, Daniel Jara, ya obtuvieron respuesta pero que -hasta el momento- sólo incluyó traslados de familiares directos de quienes ponen la cara en el reclama. Por ahora los movimientos se han dado entre las comisarías de los distintos barrios de Viedma pero se teme que los próximos impliquen movidas hacia localidades alejadas de la capital rionegrina.

Respecto de la carga horaria detallaron que hoy los familiares por quienes reclaman están sujetos a lo que se denominan “tercia” que implica que un uniformado ingrese a trabajar hoy a las 14 y salga a las 22. Ingrese mañana a las siete, salga a las 14, regrese a las 22 y se retire pasado mañana a las siete. “Y si tiene un adicional en lugar de las siete saldrá a las 11.30 para ir a su casa hasta las 18 que debe retomar el servicio recargado por cuatro horas más para al otro día reiniciar el mismo horario inicial”, detalló una de las manifestantes que no se identificó con nombre y apellido para evitar sanciones a su familiar.

A este principal reclamo se sumó que los policías se tienen que pagar hasta la jerarquía, en referencia al símbolo que deben portar prendido al uniforme, así como la ropa y calzado. En este sentido señalaron que hoy cobran por indumentaria 1.300 pesos mientras que una camisa cuesta 800 y un par de borceguíes desde 2.500 pesos que además deben adquirir a un único proveedor. La mayoría de los uniformados de las más bajas jerarquías no tienen casa propia y deben pagar alquiler. “Con 15.000 pesos de sueldo de un sargento no alcanza y la necesidad genera que se tomen adicionales y recargas con un alto costo para la salud”, agregó una mujer del grupo de reclamos.

Plantearon que los chalecos de protección además de tener las placas vencidas son insuficientes. Por guardia son entre 10 y 15 policías y esos elementos de protección entre cinco y ocho. Por estas razones también reclaman un aumento salarial para las jerarquías más bajas.

Los manifestantes en su mayoría mujeres con niños son apenas un puñado de personas por el temor a las sanciones, según estimaron.

La presentación de un petitorio y las manifestaciones públicas iniciadas esta semana generaron una adversa reacción en la Jefatura de la Policía a tal punto de impedir el ingreso de un periodista a ese organismo público y a la Casa de Gobierno al manifestar interés por la situación de policías que habrían sido sancionados ante el reclamo de un familiar.

Desde la Institución se negó esta prohibición de ingreso, aclarando que se trató de “un confuso episodio”. Se aseguró que se trató de un mal entendido pero fueron expresadas disculpas que lejos de aclarar oscurecieron porque si no fue cierta la restricción ¿cuál fue el sentido de disculparse?. El gremio que agrupa a los periodistas repudió la actitud del jefe policial.


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