La histórica Catedral de Viedma con problemas de salitre y humedad

El paso del tiempo hace su trabajo en la Catedral, un símbolo histórico de la capital rionegrina y uno de los más antiguos de la Patagonia.

Cuando los nóveles visitantes y turistas comienzan a recorrer esta ciudad con la cámara fotográfica en la mano, uno de los primeros edificios que descubren para registrar es el de la Catedral. Sin embargo, muchos desconocen que el salitre ataca sus paredes y comienza a trepar en lugares que ya están a la vista del público que se acerca.

De esta mancha en la historia ya está preocupando y ocupando al cura párroco Luis García. El sacerdote tiene en su libreta de anotaciones todos los sectores del edificio que presentan estos inconvenientes.

El Padre Luis está preocupado por el estado de la Catedral.
Marcelo Ochoa

En lugar de hacer una recorrida histórica del edificio, donde se encuentran las fotos en grandes dimensiones de los beatos más queridos: Don Zatti y Ceferino Namuncurá, se lo pasa señalando con el índice los sectores más frágiles.

El sitio, que alberga a la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, fue fundado en 1880, destruido por la inundación de 1899 y reconstruido en la Manzana Histórica, en el año 1912 con el aporte de los hornos de ladrillo de la zona.

Es similar al de Santa María del Monte, de Roma. Sus columnas interiores son de granito pulido traído de Italia y fue diseñado por arquitectos de origen italiano. El templo, es considerado símbolo de la labor evangelizadora de los salesianos en la región.

Uno de los edificios más antiguos de la Patagonia.
Marcelo Ochoa

En ocasión de cumplirse el primer centenario, el gobernador Alberto Weretilneck dispuso la entrega en 2010, al entonces párroco Federico Forel, de un aporte de 44.000 pesos. Permitió solventar arreglos de la peligrosa escalinata derruida de ingreso al templo, y realizar reparaciones en la fachada.

La comunidad necesita que este problema se solucione cuanto antes para evitar que uno de las sitios con más singularidades en su patrimonio caiga en el olvido debido al estado que presenta.

García, en una recorrida con DeViedma resalta que las filtraciones de humedad en las paredes “requieren de una solución de fondo” porque la zona de la ciudad donde fue construido el edificio “es muy húmedo y de salitre” ya que fue emplazado a cuatro cuadras del río Negro.

Señaló su inquietud porque a medida de que pasa el tiempo se van deteriorando hasta su destrucción unos relieves de material calcáreo que dan forma a diversas columnas.

Insistió en la necesidad de que se deben brindar una solución porque se trata de un “monumento religioso más antiguo de la Patagonia” y por lo tanto, agregó que “veremos si podemos interesar al área nacional de Monumentos Históricos para que nos de una mano”.

La situación de algunos sectores es crítica.
Marcelo Ochoa

El edificio también recibió otro homenaje. En ocasión de las actividades previstas para recordar el Bicentenario del primer Gobierno Patrio, en 2010 el artista plástico sanantoniense Jorge del Río lo incluyó en una muestra integrada por nueve piezas elaboradas en metal, que reproducen el relieve de la fachada de edificios y construcciones significativos de la historia de la capital provincial y que, según el autor “forman parte del patrimonio cultural de todos los rionegrinos”.

Para evitar inconvenientes a la gran cantidad de feligreses que a diario pasan por el templo, unos operarios le colocaron una malla de plástico en una de las alas, como si fuera un entretecho, desde donde suelen caer gotas de lluvia.

García, el actual párroco, está dedicado asimismo a encontrarle remedio a la obturación de canaletas que no dejan escurrir el agua de lluvia por el taponamiento que sufren, principalmente, a raíz de la proliferación de nidos de palomas. “A veces se sube a realizar tareas de destape el obispo Estéban Laxague”, contó.


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