Unirá Tierra del Fuego con Alaska a bordo de un Citroën 3CV

Un viedmense tiene todo listo para el maratónico viaje con la idea de sembrar conciencia por un gobierno ambientalista mundial.

El escritor y ambientalista viedmense Javier Bustelo prepara su Citroen 3CV, pintado como si fuera una cebra, para emprender como nuevo proyecto la unión entre Tierra del Fuego y Alaska. Quiere sembrar conciencia y que el mundo decida establecer una autoridad ambientalista para “salvar el planeta” de la contaminación y la polución.

Se propone partir en los próximos meses y para ello cuenta con un novedoso sistema de financiamiento: la venta de sus novelas “Lloro por tí Argentina”, “El Dios de la montaña” y “Chau-Chi, una bella historia de amor”.

Incorporó además “Una casa en el castaño” que relata la fantasía de niños preocupados por los eventos climáticos provocados por el calentamiento global. Ya paseó su nueva propuesta por la peatonal de Las Grutas y ahora se estableció en la costanera capitalina.

Tiene decidido que en el trayecto escuche a ciudadanos de los pueblos de América. Luego buscará entregar en la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, su proyecto enriquecido a fin de que ese estamento discuta la designación de un “Eco Gobierno Global”.

Recuerda que “Eistein decía que cuanto más complejo es el problema, más simple resulta la solución” por lo tanto, abona la teoría acerca de que “todos somos dueños del planeta, y por caso, una ballena que nada en una jurisdicción, no es de nadie ni de una empresa, pertenece a todos los humanos”.

Bustelo buscará -con esa recorrida de 30.000 kilómetros- demostrar que un diminuto vehículo “cuando es portador de un gran sueño, difícilmente fracase”

El ecologista logró en 2015 viajar a París para estar cerca de las discusiones de la última Cumbre de Cambio Climático COP 21. Llegó a la capital francesa tras cubrir un trayecto de 1.700 kilómetros desde España acompañando a una caravana de ciclistas durante 24 días. Pedaleó una bicicleta, ayudada por un motor eléctrico, a la que bautizó la “alfombra voladora” que portaba la bandera argentina y la leyenda Patagonia, cosechando aplausos a su paso.

En ese momento, el proyecto original “Eco Gobierno Global” fue entregado en la embajada argentina en París, y ahora está en poder de la Presidencia de la Comisión por el Cambio Climático.


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