Castillos y esclusas en
un crucero por el Danubio

Quien quiera hacer un crucero fluvial en Europa difícilmente puede ignorar el Danubio. Junto con el Rhin es, de lejos, el río más popular entre los aficionados a este tipo de viajes. Debido a que en los ríos, a diferencia del océano, hay puentes, esclusas y a veces bajos, los barcos fluviales son largos, angostos, más bien planos y tienen poco calado.

Empezamos el viaje en Passau, una ciudad en el sur de Alemania donde confluyen los ríos Danubio, Eno e Ilz. En el camino vemos Melk, Viena, Budapest y Bratislava, ida y vuelta. Fortalezas, castillos, viñedos, pueblos y pequeñas islas van pasando lentamente. Ciclistas saludan desde la orilla cerca de Melk, en Austria.

La mayoría de los embarcaderos donde atraca el crucero están situados cerca de los centros de las ciudades. En Viena, muchos pasajeros caminan por la orilla del Danubio hacia la parada del tranvía y después de un viaje de 25 minutos ya están en el centro. En Budapest, el barco echa el ancla casi en el corazón de la ciudad.

Dieter Kossack tiene 60 años y es director de crucero en el MS Vista Fidelio. Trabaja en el barco entre siete y diez meses seguidos.

Como director, Kossack también tiene experiencia en los océanos y en barcos con más de 4.000 pasajeros. Sin embargo le encantan los ríos. Conoce el Yangtsé en China, el Nilo, el Volga, el Mekong, el Dniéper en Ucrania y casi todos los ríos en Europa Central.

Los pasajeros escuchan atentamente cuando Kossack habla por altavoz, o durante veladas musicales en el pequeño salón, sobre la ruta y la historia de las esclusas.

La esclusa más estrecha es la de Gabcíkovo, al sureste de Bratislava. Junto a ella se encuentra la central hidroeléctrica homónima, que se alimenta del Danubio y desvía una gran parte del agua hacia un canal enorme. Una de las dos cámaras de la esclusa casi nunca funciona.

El recorrido

Excursiones imperdibles

Un café en Budapest

El MS Vista Fidelio

Datos

El viaje dura ocho días y siete noches y unos 70 cruceros ofrecen el servicio.
El barco recorre 1.158 km por el Danubio, entre Passau y Budapest, ida y vuelta.
El crucero pasa por 11 esclusas en cada tramo.
Algunos cruceros permiten una estancia de más de 24 horas en tierra en algunas ciudades. Es importante conocer el itinerario para organizar visitas y excursiones.
La cercanía a la costa da una sensación de seguridad en eventuales casos de emergencia, sobre todo a las personas mayores. La edad promedio de los pasajeros es de 66 años.
Cuando el crucero atraca en una ciudad, es momento de las excursiones. Entre las más populares destacan los palacios de Schönbrunn y Hofburg y el barrio de Grinzing en Viena. En Budapest son muy solicitados los paseos a la Puszta, la gran llanura.
Las animadas calles de Budapest con sus hermosos edificios antiguos invitan a pasear, observar a la gente y tomar un café. El Nagyi Palacsintázója ofrece más de 50 variedades de crepes, con nueces, nata y chocolate, pero también con carne de cerdo.
El crucero, con capacidad para 147 pasajeros, tiene 110 m de eslora y unos 1,45 de calado, lo que evita problemas cuando baja el nivel del agua. Los camarotes con ojo de buey en la parte inferior son más económicos, pero suele molestar el ruido de las olas.

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