Las especies que se ven en la región

Una salida para la observación de ejemplares en Villa La Angostura, de la mano de Marcelo Chambó, del COA Tintica.

Hay que saber esperar. Por sobre todas las cualidades que debe cultivar un observador de aves, la primera es la paciencia. La recompensa al final de la espera es importante, pero la experiencia inicia no bien se pone un pie en el campo.

“Te relaciona de una forma muy especial con la naturaleza. Te permite contemplar la belleza de estos increíbles animales, su comportamiento, cómo nidifican, cómo alimentan a sus crías, es como ver un documental de los que pasan en la TV pero en vivo”, sintetiza Marcelo Chambó del COA Tintica de Villa La Angostura, uno de los cien clubes de observación de aves que existen en el país, afiliados a Aves Argentinas.

P- Para alguien que nunca realizó la actividad, ¿cómo es la experiencia de observar aves?

R- Muchas personas que realizan una salida con nosotros por primera vez se sorprenden de lo que esta actividad les aporta. Simplemente con un par de binoculares, una libreta de campo para anotar lo que uno observa y una guía en la cual figuran las aves es todo lo que se necesita para realizar esta apasionante actividad. Lo ideal es que las primeras salidas se realicen con alguna persona que vaya guiando al novato cómo hacer para identificar las distintas especies. Hay distintas formas de desarrollar la observación ya sea fotografiando, contemplando, llevando estadísticas de lo observado, relacionando las especies con el medio ambiente, etc.

P- ¿Qué se aprende al observar las aves?

R- Es una buena pregunta, pero cada uno puede tener distintas respuestas. Uno aprende a cuidar el medio ambiente, ya que la salud de las aves está íntimamente ligada al buen estado de conservación de las plantas, del suelo, del agua, de toda la naturaleza en general. Las salidas de campo para la observación de aves nos permiten aislarnos del ruido y tensiones de la ciudad; podría asemejarse a algún tipo de meditación.

P- ¿Qué se siente cuando se logra ver un ave difícil de encontrar? ¿Le ha pasado?

R- La identificación de una nueva especie es muy emocionante ya que suele ser todo un desafío, especialmente aquellas que requieren de mucha paciencia para lograrlo. Hay aves como el chuaco, que es una especie endémica del bosque andino, que es muy fácil de escucharlo pero para poder observarlo requiere de apostarse en un lugar estratégico y saber esperarlo.

P- ¿Se lleva un registro personal? ¿Se deben estudiar las aves de la zona?

R- Generalmente se lleva un registro personal de lo observado. Esto se comparte con otros observadores o también con entidades como Eco Registros, que llevan estadísticas de todas las especies que se ven en las distintas zonas. Algunos llevan el registro como si fuera una colección que tienen que ir completando.

“Las salidas para la observación de aves nos permiten aislarnos del ruido de la ciudad; podrían asemejarse a algún tipo de meditación”.

Marcelo Chambó del Club de Observación de Aves Tintica, de La Angostura.

Los tips para una salida de campo

En el mundo hay 9.600 especies de aves, de las cuales 3.000 hay en la Argentina y 300 se pueden observar en la provincia de Neuquén. Por eso, en la región cordillerana la actividad ha venido creciendo exponencialmente.

No es casualidad que la apertura oficial de la temporada de observación de aves se realice todos los años en Villa La Angostura. La apertura coincide con la llegada de la primavera, cuando el clima es apto para la nidificación y reproducción de las especies y se produce la migración de las aves desde diferentes puntos de Sudamérica hacia la cordillera. Incluso días atrás se inauguró el primer refugio de observadores de aves a orillas de la laguna Calafate, un pequeño ecosistema en el medio del barrio Mallín.

Las especies de aves más buscadas por los amantes de esta actividad son pájaro carpintero gigante, choique, macá, cóndor y pato de los torrentes, entre otros.

En los escenarios de Villa La Angostura se pueden observar especies como el cauquén común (Chloephaga picta), que habita ambientes acuáticos de estepa, mallines, fondos de valle abiertos, costas de lagos, lagunas y ríos. También la gaviota cocinera (Larus dominicanus) que, al igual que la gaviota capucho café (Larus maculipennis), es frecuente encontrarla en las costas del lago Nahuel Huapi o detrás de las embarcaciones, a las que persiguen en busca de comida que puedan arrojar los turistas.

Voy + Avistaje de aves

Voy

Datos

“Las salidas para la observación de aves nos permiten aislarnos del ruido de la ciudad; podrían asemejarse a algún tipo de meditación”.
Tener respeto por la naturaleza.
Conseguir un par de binoculares.
Tener una guía de aves.
Llevar una libreta de campo.
Acercarse a algún COA próximo a su domicilio.
Las salidas se realizan en las primeras horas de la mañana, ya que es el momento de mayor actividad de las aves.
Fuente: COA Tintica – Facebook coatintica

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