Otoño sobre ruedas en la montaña

La geografía en la Patagonia cordillerana es un convite exquisito para los amantes de la aventura. Para quienes disfrutan combinar esfuerzo físico con adrenalina, además de la oportunidad de deleitarse con los paisajes y vistas panorámicas, los circuitos de bicicleta de montaña de la región se presentan como una alternativa ideal para realizar deporte en contacto con la naturaleza.

El entorno de San Martín de los Andes presenta una amplia gama de opciones para todos los niveles de ciclistas. Las variantes van desde paseos suaves por el casco histórico y las afueras de la ciudad, hasta trayectos con exigencias de alto rendimiento que requieren de un excelente dominio de la bicicleta, ya que puede resultar necesario atravesar arroyos o sostener el equilibrio en bajadas pronunciadas donde se toma mucha velocidad.

Bien encaradas, las alternativas resultan una oportunidad fantástica para pedalear algunas horas y llenarse los pulmones de aire puro, además de escuchar a lo largo del camino el canto de las aves o contemplar la exuberancia del bosque andino de esta zona. Antes de salir, hay que planificar los detalles de la excursión y contemplar que, en términos generales, el empeño necesario para avanzar por los caminos sinuosos de la montaña da mucha hambre.

Entre los circuitos que no exceden el día de duración, hacia el sur de la ciudad, se cuenta el que lleva al mirador Arrayán, donde hay una casa de té histórica. Para acceder, se puede tomar por el camino que va al ex hotel Sol, hoy convertido en dependencias administrativas, y continuar por el camino de ripio.

Al final del sinuoso recorrido se llega a la Ruta 40, por donde se puede regresar a la ciudad. El circuito puede integrarse con el desvío que conduce hasta la playa Quila Quina, de donde se puede tomar el barco para volver y cargar allí la bicicleta.

Bastante más largo es el circuito hasta la base del complejo de esquí Chapelco, por las rutas 40 y 19, que atraviesa el paraje Payla Menuko de la comunidad mapuche Curruhuinca.

Sobre la margen norte del lago Lácar hay sendas asombrosas que llevan hasta Piedra de Trompul, en tierras de la comunidad mapuche Cayún. Para transitarlas hay que atravesar tierras de la comunidad Curruhuinca. Se puede acceder al circuito desde el mirador Bandurrias y pasar por La Islita, y luego volver por la Ruta 48.

Otra de las alternativas es llegar hasta lago Lolog por el camino viejo, que comienza en el barrio Rucahué. Hay una serie de cuestas empinadas al principio pero luego el camino se vuelve más plano. El regreso se puede plantear por la Ruta 62, que debe transitarse con precaución en los sectores donde actualmente se realizan tareas de asfalto.

Para aprovechar plenamente estas salidas es recomendable confiar en un guía de montaña, si no se conoce la zona. También, para aprender a ubicarse, en las librerías se venden mapas con excelente nivel de detalles donde están marcadas tanto las rutas como las sendas y hasta las sinuosas huellas que se sumergen en los bosques por los alrededores de San Martín de los Andes

Para tener en cuenta

antes de salir

La naturaleza esconde secretos en cada uno de los rincones de esta geografía de montaña.

Y San Martín de los Andes invita a descubrirlos.

Desafío Cross Country