Viaje a la ciudad de piedra

Después de pasar un par de días maravillosos en Bari, decidimos visitar Matera, mejor conocida como la “cittá dei Sassi” (ciudad de las piedras), que se volvió aún más famosa gracias a la película de Mel Gibson “La pasión de Cristo”. Se filmó en muchos lugares de la ciudad y por eso fue bautiza la “Segunda Jerusalén”, debido a que se conserva maravillosamente bien el sector más antiguo del pueblo.

Gracias a esta nueva fama es cita turística de quien pasa por el sur de Italia. Es una meta interesante para los apasionados de los paisajes intrigantes y el pasado remoto. Eso sí: no es apto para los que no les guste caminar, subir y bajar escaleras. Y si la visitan en verano vayan preparados para el calor y el sol.

La ciudad de Matera (Patrimonio de la Humanidad de la Unesco) es un concentrado de vícolos, callejuelas, casas, balcones, iglesias, recabadas en la piedra (tufo). La mejor manera de conocerla y disfrutarla es caminarla (sobre todo porque gran parte de la ciudad es peatonal), subir y bajar entre sus callejuelas, descubriendo las iglesias, las casas y los pocos habitantes que quedan.

Mi recomendación es llegar al centro de la ciudad siguiendo los carteles “I sassi”. Estacionar el auto (por la geografía es muy difícil encontrar un lugar público en la calle, por lo que hay que hacerlo en los privados) y bajar hasta el “balcón” natural y principal de la ciudad en la Piazzetta Pascoli.

Desde allí podrán disfrutar de una inolvidable vista panorámica de la ciudad.

Llegar a Matera no es fácil. Si se va en auto se tiene que saber cómo manejar en subidas y bajadas (los que no estén acostumbrado a este tipo de geografía, mejor no lo intenten… )

Nosotros decidimos llegar en tren desde Bari, ya que por 9,80 euros (ida y vuelta) por persona, se puede cumplir con el sueño de conocer esta enigmática y atractiva ciudad.

Lo más llamativo son las casas que están en proceso de remodelación y los restaurantes tienen todos el mismo precio para el menú turístico (ronda entre los 12 y 16 euros, por persona).

A quien le gusta caminar, la ciudad es especial para recorrerla a para ver con lujo de detalles su atractiva arquitectura.

Un sitio imperdible es Come una volta, una casa museo donde por tres euros se podrá sentir cómo se vivía en el pasado. En un espacio mínimo vivían 6-8 personas + burros + gallinas…

El paseo es atrapante, llegar a la catedral es un verdadero desafío, pero se soporta porque a cada paso uno se sorprende con su arquitectura.

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