Huinganco: cazuela de chichoca anticipa festival gastronómico de este domingo

Este 9 de Julio habrá desgustación y compra de comidas típicas de Huinganco, con la idea de que las costumbres y tradiciones alimenticias sigan presentes.

Huinganco: cazuela de chichoca anticipa festival gastronómico de este domingo

Este 9 de Julio habrá desgustación y compra de comidas típicas de Huinganco, con la idea de que las costumbres y tradiciones alimenticias sigan presentes.

Históricamente, el trigo y el maíz forman parte de la dieta de los huinganquinos. El sembrado, cuidado para su crecimiento, cosecha y productos finales son pasos que en Huinganco han existido desde tiempos remotos. Y aunque el paso del tiempo atenta con las costumbre y raíces, las comidas que se realizaban con los elementos antes mencionados quieren quedarse en la mente y en el paladar de cada poblador.

Palabras como pantrucas, porotos a la rienda, charque, chichoca, cazuela, mote, ñaco, sopones y frangollo, están cargadas de buen sabor y mucha historia. “Para nuestros antepasados fue el alimento diario. Hoy en día son pocas las cocineras que realizan estas receta, pero cuando lo hacen no solo se consume a nivel familiar sino que es éxito en ventas. Cada comida posee una forma particular de preparado, como así un sabor único”, afirma el intendente Luis Sepúlveda a “Río Negro”.

“Desde nuestra gestión apoyamos y realizamos acciones para que las recetas tradicionales se mantengan en el tiempo y, no solo pasen de generación a generación en los huinganquinos sino que se hagan conocidas. Yo fui alimentado, como tantos, por estas comidas”, agrega el mandatario local.

En la entrevista, Sepúlveda recuerda a su madre -una mujer mayor- como una experta cocinera de cazuela con chichoca, plato típico de esta zona del norte neuquino. La tradición marca la forma de preparar cada comida, sostiene mientras la escucha de cómo hacía esa comida que tantas pero tantas veces compartió a lo largo de su vida. “Le salía exquisita”, concienten quienes están en el encuentro. “La probé una vez, hace muchos años atrás y aún recuerdo ese sabor de un plato que ni sabía que existía”, comenta una periodista neuquina.

¿Cómo se hace? Una buena pregunta para hacer este domingo en el Gimnasio municipal, desde las 10:30, a quienes la ofrezcan para conocerla y probar. “Que no se pierda ninguna receta de nuestros antepasados” es la consigna del encuentro que promete ser cálido, diverso y multitudinario.

La chichoca es un recaudo de trigo o maíz que se usa para acompañar comidas como sopa o cazuela. Consiste en cosechar el trigo o maíz antes de que madure por completo, hervirlo y ponerlo a secar. Una vez terminado el proceso de secado se muele y queda listo para consumirlo.

El mote, por su parte, hace referencia al grano de trigo o maíz hervido y pelado, que se usa principalmente para elaborar un refresco, que quizás parezca simple pero no por eso deja de ser exquisito y sabroso. Además de proporcionar valores energéticos y nutritivos como los hidratos de carbono, proteínas, fibra y minerales.

En cuanto a la siega y cosecha, la tradición marca un punto de unión y razón para una fiesta popular. Para segar se juntaban los vecinos cercanos al campo, para colaborar en cortar el trigo o maíz. En cuanto al trigo, una vez cortado y juntado en una era, se juntaba la gente del paraje, de los pueblos vecinos y todo el que se enteraba del acontecimiento. Cada uno asistía con su caballo listo para la tarea. El trigo se amontonaba en una era y comenzaba la “trilla”. Mientras una cantora popular alzaba su canto desde la cima del trigo, los lugareños giraban en círculos sobre el trigo, para separarlo de la espiga. Por costumbre, debajo del trigo solía ponerse una damajuana de vino, para beberla una vez terminada la tarea.

Dependiendo de las dimensiones de la era, y de la cantidad de trigo era la cantidad de jinetes dentro de la trilla, el resto esperaba a fuera su turno, jugando al truco o la taba, bailando la cueca, haciendo el asado o con la tarea de juntar las espigas. Hermosos momentos los que se podían vivir alrededor del trabajo y la alegría por contar con un elemento tan vital como el trigo o el maíz. Luego venía el disfrutar de cada plato que se puede elaborar a partir del preciado fruto.

Saber todo esto entusiasma aún más para acercanos este domingo a Huinganco a degustar sus platos típicos. El tiempo, por acá, parece detenerse y da gusto, entonces, refrescar estos conocimientos de la cultura regional.

“Revalorizar las costumbres y hacerlas conocidas para las generaciones nuevas, así como para los turistas es un objetivo de esta gestión”, refuerza Sepúlveda. Por ello, “cada encuentro resulta la combinación perfecta para recordar, revalorizar, hacer conocer, rescatar y transmitir muchas de las costumbres y tradiciones que han forjado la vida productiva y gastronómica de nuestro pueblo”, admite.

Desde el municipio ya están trabajando en la segunda edición de “La Fiesta Regional del Mote y la Tradición” para noviembre próximo.

Mientras tanto esperan festejar la independencia de nuestro país junto a un Festival Gastronómico que muestre, permita degustar y comprar las comidas típicas de Huinganco, con la idea de que las costumbres y tradiciones alimenticias sigan en el recuerdo de cada poblador y persona que pueda visitar este pueblo.


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