Miss Bolivia invita: “En la cocina se puede generar la revolución”

Una de las artistas populares más relevantes del país de los últimos tiempos, se inspira en la gastronomía y el mundo enológico y los analiza como factores revolucionarios. Su paladar desde pequeña, los viajes y la música en una entrevista en Yo Como.

Miss Bolivia invita: “En la cocina se puede generar la revolución”

Una de las artistas populares más relevantes del país de los últimos tiempos, se inspira en la gastronomía y el mundo enológico y los analiza como factores revolucionarios. Su paladar desde pequeña, los viajes y la música en una entrevista en Yo Como.

Miss Bolivia invita: “En la cocina se puede generar la revolución”

Una de las artistas populares más relevantes del país de los últimos tiempos, se inspira en la gastronomía y el mundo enológico y los analiza como factores revolucionarios. Su paladar desde pequeña, los viajes y la música en una entrevista en Yo Como.

Desde hacía años que Miss Bolivia quería tener su propia línea de vinos.

-¿En qué momento comenzó a gustarte profundamente el vino?

– Si bien vengo de una familia donde el vino siempre fue consumido y considerado un valor cultural (por eso desde chica probé vino), fue en el colegio secundario, a los 16 años aproximadamente, que comencé a preferir “el vino a la birra” a diferencia del resto de mis amigos que me miraban como bicho raro. Con el pasar de los años, comencé a preferir ciertos vinos por sobre otros y a preguntarme por qué. De modo autodidacta fui comprendiendo algunos descriptores aromáticos y cuestiones de cuerpo y acidez pero todo muy intuitivo y básico. Desde muy chica recibíamos la revista Cuisine & Vins y como mis viejos laburaban, yo me quedaba mucho en casa y las leía todas. Probaba hacer recetas de la revista y me preguntaba qué vino podría tomar con cada plato. Nunca tuve tele, ni auto, ni joyas, ni cosas caras, pero siempre que cobraba algún trabajo me compraba comida y vinos. Y cuando viajaba me llevaba una valija vacía para traerla llena de botellas y comida de otros países.

Hace 2 años y medio comencé la carrera de sommelier porque me di cuenta que quería aprender más, de modo preciso y profesional y ahí sentí que realmente estaba donde quería estar. La carrera dura 3 años y solo pude hacer el primero por mi magro tiempo entre giras y conciertos, pero tengo el objetivo de retomarla y poder en algún momento graduarme. No creo en la academia, también me pasa eso con mis otras dos carreras, quiero aprender y hacerlo para mí.

– ¿Cómo fue el proceso para crear tu propia línea de vinos?

– Venía hacía varios años con la idea de tener mi propio vino, un vino de Miss Bolivia. Todo surgió porque quería hacer merchandising de mi proyecto musical, pero algo distinto a la clásica remera de rock, entonces me dije “¿Por qué no incluir un vino?”. Quería un vino tomable, rico y digno y que además fuese accesible al bolsillo de mi público. Durante unos meses me moví en el plano de la ilegalidad, y lo que hacía era desetiquetar algunos vinos que me gustaban y los re-etiquetaba con una etiqueta de Miss Bolivia. Lo sé, practiqué la piratería. Hasta que un día, uno de mis padrinos del vino que es Lito de la Cava Jufré, me conectó con una bodega y pude hacerlo de modo formal. Etiquetamos un cabernet franc, 2014 de origen pampeano y lo trabajé con una bodega durante 1 año. El vino voló al toque.

Ahora, estoy en vías de producción de un nuevo vino. Estoy con la idea de 2 nuevos vinos. Me entrevisté con distintas bodegas pero no estoy segura si voy a comprar producto que a mi me guste y realizar el proceso de etiquetado, o si me voy a asociar con un enólogo de quien soy muy fan, para hacer este nuevo emprendimiento de forma colaborativa.

– ¿Tuviste una buena referencia gastronómica de pequeña por parte de tu familia?

– Si, en efecto la cocina es algo que me gusta muchísimo, es un universo de significados donde me hallo muy feliz. Desde chica cociné y miraba cosas de cocina, eso me permitía experimentar con las cosas que había en la heladera. Mi padre ya fallecido cocinaba comidas muy ricas como paellas, calamares rellenos, siempre cosas del mar que a mi me gustan mucho. Como yo me crié entre la ciudad y el campo tuve siempre mucho acceso a lo que es la carne de vaca, cordero y chivo que de forma natural era la comida que teníamos. Recuerdo carneadas, fiestas de capada y la verdad siempre fue muy natural para mi. De adolescente me volví vegetariana y me duró como 10 años, estudié cocina macrobiótica y uno de mis primeros emprendimientos fue una fábrica de milanesas de soja que yo misma elaboraba y por la noche iba a repartir en bicicleta. De más grande la gastronomía para mi se volvió uno de los ámbitos privilegiados y más hermosos, considero que la gastronomía es una expresión identitaria de cada lugar que visito de nuestro propio país,. En la cocina se puede generar la revolución, un ámbito muy propicio para la resistencia, la lucha y la revolución. Me gusta ir a los lugares nuevos y de siempre. Como mucho afuera porque no hago otro tipo de salidas, estoy siempre buscando cocina y vinos, son como mi pelotero, el lugar donde me divierto, siento un también un montón de conexión con lo antropológico, lo sociológico a través de la cocina de los distintos pueblos y cocineros. Me encantaría mas adelante poder participar activamente en algún proyecto gastronómico.

– ¿Mejoraste tu técnica de cocinar con el paso del tiempo?

– Con el correr del tiempo si, creo que fui transformando lo que es el proceso de cocinar. Siempre prueba y error , me baso mucho en libros viejos de cocina que tenia mi mama. Cuando apareció internet todo cambió porque empecé a cotejar y aprender por YouTube y en la tele, cuando había algo interesante. Creo que la tecnología ayuda un montón a poder referenciar distintas recetas o posibilidades. Y después también me gusta cuando pruebo algo en algún lado tratar de replicar a mi manera, soy autodidacta, cuando viajo me traigo muchas especias, también soy fana de ir al barrio chino o peruano para traerme elementos que no tengo asiduamente. Voy ajustando el proceso, cotejando con el plato, la realidad y veo que me falta. Me encantaría formarme un poco más.

¿Qué gastronomía te ha conmovido de tus viajes?

– Por mi trabajo tengo la bendición de viajar y conocer ciudades y países, con mucha identidad y con su especificidad. A mi me conmueve mucho la cocina del noroeste y de la Patagonia. También me gusta mucho la gastronomía peruana, española, son de mis favoritas. Luego cuando no viajo y estoy acá muchas veces busco esas cocinas en Buenos Aires, las que son más fusionada y las que son más originales.

¿Cuánto tiene que ver la cocina y el vino en tus procesos creativos?

– Creo en las diferentes ramas del arte, entre ellas para mi está la gastronomía, la música, el cine y la vitivinicultura. Todas son magias que atraviesan nuestros sentidos y nos afectan de forma emocional, psicológica, colectiva, individual, y creo mucha en el entrelazamiento de estas cosas., así como te decía la revolución se puede hacer en la cocina o en una botella, la revolución sale de la boca y en forma de canción. En el proceso musical mío está muy presente el vino , yo le escribo, nombro al vino, en las canciones ”soy “ y “tan distintos”. Me motivo y me inspiro mucho a través del vino y la gastronomía par dar pinceladas en mis canciones, creo que el vino, la comida y la música pueden hacer que este mundo de mierda sea un mundo mejor.


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