4,3 millones de personas con problemas de empleo

BUENOS AIRES.- Unos 4,3 millones de personas siguen desocupadas o subempleadas en la Argentina, y entre ellas, las más pobres sufrieron un aumento del denominado «efecto desaliento», al no poder salir a buscar trabajo por falta de dinero para los medios de transporte.

Esa franja de población se calcula que tiene ingresos de apenas 2,4 pesos por día.

Analistas privados consultados por DyN esperan un aumento del índice de desempleo, ubicándolo entre el 14,7 y 15% contra el 14,5% que se registró en agosto.

Conforme a las estimaciones privadas, el índice de desempleo que difundirá el INDEC el jueves próximo rondaría como mínimo el 14,7%, dos décimas de punto por encima de la medición anterior de mayo, dato que de confirmarse indicaría que otras 30.000 personas quedaron sin empleo en ese período.

La Encuesta Permanente de Hogares de mayo del INDEC mostró una tasa de desocupación del 14,5% (2,2 millones de personas), una subocupación demandante del 8,9% (1,3 millones), y un subempleo no demandante del 4,8% (750 mil personas).

Según el titular de la Consultora Equipos de Investigación Social (Equis), Artemio López, durante ese período se profundizó el denominado «efecto desaliento», lo que determinó que la gente abandonara la búsqueda de un puesto de trabajo y para la estadística no revistó como desempleado, porque no se encontraba moviéndose dentro del mercado laboral.

El quiebre de la economía argentina que comenzó a fines del año pasado, con una profundización en enero de este año por la devaluación en Brasil, impactó negativamente sobre la situación laboral.

Los datos oficiales revelan que entre el quinto mes de 1998 y el mismo período de este año la cantidad de personas que se quedó sin trabajo se incrementó en 250.000.

Datos de la consultora Equis advierten que el 20% de la población más pobre del Gran Buenos Aires cuenta con un ingreso diario per cápita de 2,4 pesos, lo que le impide financiar los gastos necesarios en la búsqueda de trabajo.

Artemio López indicó a DyN que «se puede imaginar en la próxima encuesta del INDEC un aumento leve del 14,5% de mayo, al 14,7% en agosto, pero con una fuerte caída en la tasa de actividad (gente que busca trabajo) que amortiguaría el incremento de la tasa de desocupación».

«Hay una tendencia marcada al desaliento. Si uno toma el 20% de la población más pobre del Gran Buenos Aires, donde se concentra la mitad de los desempleados pobres, el ingreso diario por persona es de 2,4 pesos. En esas condiciones es imposible salir a buscar trabajo», indicó López.

Desde el CEMA, el centro de estudios que dirigía el ministro Roque Fernández antes de asumir, Mariano Fernández aseguró que «conforme a nuestras mediciones el índice será del 14,8%, debido a que nos encontramos con un Producto Bruto Interno totalmente aplanado».

Hernán Lacunza, de la Fundación Capital afirmó que «si bien esta tasa se ubicará entre el 14,5 y 15 por ciento, lo cierto es que hoy existe una importante cantidad de gente que dejo de buscar empleo».

Para el especialista «existe un dato muy concreto que indica que el actual proceso recesivo hará por lo que resta del año que no se generen nuevos puestos de trabajo, con lo que si en el mejor de los casos llegamos a fin de año con un desempleo del 15% es seguro que no disminuirá rápidamente en el 2000».

Por su parte, Orlando Ferreres dijo a esta agencia que «producto de la recesión el desempleo será muy cercano al 15%», mientras que agregó que «dado que creemos estar en el piso del actual proceso recesivo, donde algunos indicadores muestran signos de reactivación las perspectivas para el año próximo son alentadoras».

La especialista en temas laborales de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Nuria Susmel, se mostró poco confiada en que los próximos datos muestren una mejora de la situación.

«Los últimos datos sobre el empleo formal por lo menos, no mostraron una reversión de la tendencia», expresó Susmel en declaraciones a DyN.