Inés Camilloni: la Patagonia es una de las regiones del país más afectadas

Es la región argentina que registra la mayor suba de temperatura, con una retracción de glaciares y mayor aridez que afectan su ambiente y producción, explica la doctora en Ciencias de la Atmósfera e Investigadora del Conicet en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera. La urgencia de actuar.

Inés Camilloni, climatóloga e investigadora del Conicet sobre cambio climático.

La Patagonia es la región argentina que registra la mayor suba de temperatura, con una retracción de glaciares y mayor aridez que afectan su ambiente y producción. Inés Camilloni, doctora en Ciencias de la Atmósfera e Investigadora del Conicet en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera, explica las tendencias en el mundo, el país y la región y la urgencia de actuar.

P-Los incendios en Australia han puesto el cambio climático otra vez en la agenda periodística y el debate público. ¿Cómo ve la situación actual?

R-Lo que hay es una aceleración de los impactos que ya conocemos. La temperatura está ascendiendo en forma cada vez más acelerada, el nivel del mar sube en forma más rápida. El derretimiento de los hielos del Ártico, en la Antártida y en los glaciares de nuestra cordillera de los Andes se produce mucho más rápidamente de lo que preveíamos. También aumenta la frecuencia de eventos extremos, como lluvias intensas e inundaciones, olas de calor o sequías más largas.

Efectos del calentamiento

1°C
es el aumento promedio de la temperatura en la Patagonia en los últimos años.
90%
de la población argentina vive en zonas urbanas y es muy vulnerable en caso de eventos climáticos extremos, como inundaciones u olas de calor. Los gobiernos locales debieran tener planes de acción, señaló Camilloni.

P-¿A qué se debe esta tendencia?

R- A que seguimos emitiendo los gases responsables del cambio climáticos de forma más acelerada. Desde principios de siglo hasta ahora la concentración venía aumentando a un 1% por año, en el 2018 duplicamos ese valor a 2% y el último dato de 2019 es de 0,6%, es decir, se desaceleró respecto a como venía, pero siempre con tendencia al incremento. La cantidad de dióxido de carbono que teníamos en la atmósfera en el periodo preindustrial era de unas 280 partes por millón (la unidad en que medimos) y ahora tenemos 413 partes por millón. Aumentó muchísimo. Y la respuesta del clima es con impactos cada vez más frecuentes y más severos.

P: En diciembre del año pasado se realizó la cumbre de Madrid, donde no hubo muchos avances ni acuerdos relevantes, según la mayoría de los participantes…¿Hay una divergencia entre lo que advierten científicos y ambientalistas y lo que hacen los gobiernos?.

-Esta cumbre lo que tenía que hacer era cerrar algunas cuestiones del acuerdo de París (2016) donde los países se habían comprometido a reducir sus emisiones de gases a la atmósfera, para limitar el calentamiento global a 1,5%. Algunas cuestiones ligadas a decisiones económicas y financieras, y no se avanzó. Hubo varios países, repartidos entre desarrollados y en desarrollo, que pusieron obstáculos para esos acuerdos, como Estados Unidos, Australia, Brasil, Rusia.

P Paradójicamente Australia, que sufre una de las consecuencias más extremas del cambio climático…

R Una de las caracteristicas del cambio climático es que en general los impactos se hacen más fuertes en las regiones menos desarrolladas , en los estados más cercanos a nivel del mar y las islas. Australia es emblemática, altamente desarrollado y que sufre de forma significativa los impactos del cambio climático, e incluso en ese contexto adopta posturas negacionistas al respecto.Sigue basando la generación de su energía en el carbón, es una sus industrias principales.

El país debería ser más ambicioso sobre cuánta energía debería provenir de fuentes renovables y cambiar a modelos agrícolas más sostenibles.

Inés Camilloni, climatóloga

P-¿En Argentina cómo impacta el cambio climático?

R-Argentina es un país muy grande y los impactos son diferentes según las regiones. Si uno mira la temperatura, es la región Patagónica donde más estuvo aumentando: en los últimos años subió en el orden de 1° centígrado, mientras que en el centro y norte este aumento fue del 0,5°. Otro eje significativo es el cambio en el régimen de lluvias. En toda la región del litoral y pampeana hay un marcado aumento de las lluvias hasta el 30% más que en los años 60; mientras que en la Patagonia, Cuyo, Córdoba, Santiago del Estero y el este de Salta hay tendencia a que llueva menos. En el Litoral hay mayor frecuencia de eventos extremos de precipitación e inundaciones, como vimos en La Plata o Comodoro. También aumenta la variabilidad: pasamos de periodos muy húmedos a procesos de sequía en pocos años. Hay una retracción de casi todos los glaciares, salvo el Perito Moreno que está estabilizado. Eso impacta en caudales de ríos en Cuyo y Comahue, ya que compromete la provisión de agua para consumo humano, actividades como la frutícola u hortícola, generación de hidroelectricidad, etc. La mayor aridez y altas temperaturas son condiciones propicias para la mayor ocurrencia de incendios forestales, sobre todo en la franja andina.

P- En la estepa patagónica, ¿qué cambios son destacables?

R- El aumento de temperaturas es muy significativo, es la región de argentina donde más ha aumentado, junto a una tendencia progresiva a una disminución de precipitaciones en una región ya de por sí árida.

P-Cuando se habla del aumento de un grado de temperatura, para quien no es experto en clima no pareciera demasiado. ¿Por qué los efectos son tan importantes?

R-Si se pone en la escala del día a día, donde la variación puede ser de diez o quince grados entre la noche y el día un grado parece poco. Pero en términos de promedio, una forma de entenderlo en perspectiva es éste: todos los cambios que estamos viendo en el mundo están asociados con un calentamiento de la tierra de 1.1°C. Entonces si ese pequeño monto es capaz de producir estos impactos, las consecuencias de un mundo tres o cuatro grado más caliente pueden ser devastadoras. Si seguimos con el ritmo actual de producción y consumo de energía basada en el petróleo y con los modelos agrícolas y ganaderos actuales no sostenibles, llegaríamos a ese nivel a fines de este siglo. La ciencia dice que estamos a tiempo de desacelerar y revertir el proceso.

Comodoro Rivadavia vivió en el 2017 una inundación jamás vista en su historia.

P-Si bien los mayores responsables de las emisiones son los países industriales, ¿qué rol le cabe a Argentina?

R-Si nos comparamos con el mundo, Argentina emite menos del 1% de estos gases que calientan la atmósfera (entre China y EE. UU. emiten el 40%). Pero en América Latina estamos en tercera posición: el primer emisor es México, le sigue Brasil y luego Argentina. Las mayores emisiones que produce Argentina provienen del sector energético y del sector agrícola y ganadero, de los cambios en el uso del suelo. El país debería ser más ambicioso sobre cuánta energía debería provenir de fuentes renovables. Cambiar modelos agrícolas: la siembra directa, que requiere menor cantidad de fertilizantes nitrogenados, en ganadería hay estudios sobre cómo modificando la dieta de los animales se reducen las emisiones de metano a la atmósfera. No hay que dejar de producir, pero hay formas más sostenibles que otras.

P-¿Qué pueden hacer los gobiernos locales?

R-Argentina es un país hiperurbanizado, más del 90% de la población vive en ciudades y su población es muy vulnerable al cambio climático: mucha gente en poco espacio. Las inundaciones en La Plata o Comodoro muestran que sus autoridades debieran tratar de reducir emisiones y de implementar medidas de adaptación para proteger a la población: infraestructura, sistemas de alerta, protección de recursos de agua. La urgencia de tomar medidas es ahora: el cambio en algunas regiones puede ser irreversible.


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