Lentas negociaciones con España por el caso Molina
Por la noche negaron que existan gestiones para que la médica cubana viaje a ese país.
El presidente Néstor Kirchner analizó ayer con el canciller Rafael Bielsa y el embajador de España, Carmelo Angulo, la situación de la médica cubana disidente Hilda Molina, a la luz de las tratativas para que la mujer pueda viajar a Madrid para reencontrarse con su hijo.
La alternativa de un encuentro en España surgió luego de la negativa del presidente cubano Fidel Castro de permitir a Molina reunirse en Buenos Aires con su hijo -el médico Roberto Quiñones, su nuera y nietos-, a pesar de las gestiones del gobierno argentino.
En rigor, más allá de la disposición de las partes involucradas, el eventual viaje de la neurocirujana a la península ibérica depende también de un permiso de Castro. Si bien no se brindó información oficial, se supo que el Presidente recibió muy temprano a Bielsa en su despacho de la Casa Rosada y luego mantuvo una reunión con el representante diplomático español, por espacio de una hora.
Anoche trascendió que el gobierno nacional monitorea con «preocupación» la evolución de los hechos que circundan a la neurocirujana cubana Hilda Molina, pero «no está haciendo gestiones» para que pueda reunirse en España con su familia, que está en la Argentina. Así lo aseveró una calificada fuente oficial, que de igual modo circunscribió los últimos contactos argentino-españoles a «preparativos» de la visita que hará al país en enero próximo el presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero.
A tono con la cautela con que encara la administración kirchnerista esta cuestión, que derivó en un conflicto diplomático con Cuba, el hijo de la neurocirujana precisó ayer que no tiene información oficial respecto de la posibilidad de que la esperada reunión con su madre se concrete en España. No obstante, Quiñones ratificó que «vería con buenos ojos» esa alternativa.
Al igual que su hijo, Molina se manifestó ayer «dispuesta» a viajar a España. «De manera oficial ni la Cancillería ni el Gobierno nos han comunicado nada» al respecto, señaló el hombre en declaraciones radiales, y evaluó que «si esto está ocurriendo, debe ser algo muy reservado a lo cual nosotros no tenemos acceso».
El canciller ibérico, Miguel Angel Moratinos, reconoció el martes las gestiones realizadas para que Molina pueda reunirse Madrid con su hijo, a quien no ve desde hace una década cuando se instaló en Buenos Aires.
La Cancillería española admitió que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero abrió una instancia de negociación con la administración de Castro alrededor de este espinoso asunto.
En ese marco, el ex presidente Fernando de la Rúa cuestionó la política del gobierno hacia Cuba, al considerar que «allí no hay libertades» y «los derechos humanos no tienen vigencia».
El miércoles pasado, la médica disidente y su madre ingresaron a la embajada argentina en La Habana lo que desató un conflicto con el gobierno de Fidel.
El episodio le costó el puesto al jefe de Gabinete de la Cancillería Eduardo Valdés, estrecho colaborador de Bielsa, y al representante diplomático argentino en la isla, Raúl Taleb.
Taleb será reemplazado en su cargo por el actual subsecretario de política latinoamericana, Darío Alessandro.
Ayer, el ex embajador en Cuba admitió que «probablemente hubo impericia diplomática» en el tratamiento de la situación de la médica, y asumió la «cuota parte de responsabilidad» que dijo corresponderle en «este problema».
(DyN/Télam)
Nota asociada: Taleb: «Hubo impericia diplomática»
Nota asociada: Taleb: «Hubo impericia diplomática»
El presidente Néstor Kirchner analizó ayer con el canciller Rafael Bielsa y el embajador de España, Carmelo Angulo, la situación de la médica cubana disidente Hilda Molina, a la luz de las tratativas para que la mujer pueda viajar a Madrid para reencontrarse con su hijo.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios