De debilidad a ventaja, el plan de Nación para potenciar el gas

El gobierno busca aumentar la producción y lanzar una red de gasoductos por 3500 millones de dólares. Ratifican el congelamiento de tarifas y nuevos subsidios para los usuarios.

Dentro de la matriz energética argentina el gas natural es un elemento clave, y es por eso que en este año -aún antes de la llegada del invierno- se convirtió en todo un dolor de cabeza por la caída de la producción nacional. El gobierno avanza en un plan con el cual busca que este talón de Aquiles se convierta en el caballito de batalla, en especial tono en un año electoral.

El secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, participó esta semana de las Octavas Jornadas de Energía del Diario Río Negro en las que trazó los ejes centrales del plan para generar esa vuelta de tuerca.

Por un lado se encuentra el plan de ataque a la caída de la producción local, la primera pieza en este rompecabezas que el gobierno comenzó a mover en diciembre con el lanzamiento del Plan Gas Ar.

El programa de estímulo a la producción de gas abona subsidios para completar un precio más elevado con el compromiso de las empresas de cumplir contratos de cuatro años, y según detalló Martínez “está dando muy buenos resultados”.

El plan ya contractualizó 97 millones de metros cúbicos de gas por día durante todo el año, y otros 7 a 8 millones para los inviernos pero, tal como adelantó Energía On, tendrá una tercera ronda para sumar aún más producción local. “Estamos estudiando la convocatoria a una nueva ronda del Plan Gas Ar para el invierno del 2022 y también está bajo análisis subastar un escalón más en el volumen fijo anual”, dijo Martínez.

El objetivo de esta nueva ronda es sumar más gas local para reemplazar importaciones tanto de líquidos, como de gas que son más costosas y demandan además de divisas.

El lanzamiento de esta nueva ronda se debe además a la amenaza de que las importaciones desde Bolivia vuelvan a caer para el invierno que viene y, tal como sucedió este año con la baja del 30% en los envíos, compliquen las cuentas de Argentina.

Martínez reconoció que las gestiones por una nueva adenda contractual -la actual vence en diciembre- con Bolivia ya comenzaron y que “las negociaciones son tensas y duras”

Martínez ratificó el lanzamiento de una nueva ronda del Plan Gas Ar. (Foto: Florencia Salto)

El titular de Energía detalló que “teníamos un compromiso, vía el presidente, de mantener un volumen dentro de las posibilidades de Bolivia, que tiene muchas limitaciones y está teniendo muchos problemas, y estamos en ese proceso de negociación”.

La segunda pata del plan del gobierno para hacer de una debilidad una fortaleza es la construcción de una red de gasoductos ya bautizada Transport.Ar que permitirá además exportar gas a Brasil.

Martínez aseguró que “hoy tenemos una limitación de infraestructura y por eso es necesaria la construcción de un sistema de gasoductos que nos permita colocar producción de gas argentino en los grandes centros urbanos y de esta manera también dejar de importar tanto gas y de quemar combustibles líquidos para generar energía”.

Si bien el gobierno ya firmó un memorándum de entendimiento con China, a través de la firma Power China para la realización de los proyectos de esta red, Martínez no cerró la posibilidad de que ese aporte provenga de otro país ya que indicó que “estamos buscando financiamiento que puede ser chino”.

Es que detalló que el país “importa más de 1150 millones de dólares anuales de gas que podrían ser reemplazados por gas nacional, podríamos tener no solo ese ahorro en divisas sino también un ahorro fiscal de unos 600 millones de dólares si tenemos este sistema de gasoductos”.

Y detalló que “ante el declino de Bolivia hace que tenga más valor construir este gasoducto que puede estar en el orden de los 3000 a 3500 millones de dólares, por lo que solo con el ahorro fiscal podemos ir encarando ese financiamiento”.

Martínez detalló que entre la red de gasoductos se encuentran las líneas para llevar el gas local hacia Brasil, incluso por Bolivia.

A diferencia del proyecto frustrado del macrismo de crear solo un gasoducto a Vaca Muerta, el nuevo plan contempla un refuerzo del gasoducto San Martín que une a la Cuenca Austral, un nuevo gasoducto Central desde Tratayén, pasando por Salliqueló hasta Ramallo o San Jerónimo, la ampliación de la capacidad de transporte hasta Uruguaiana, una repotenciación del GNEA hasta Salta y la reversión del Gasoducto Norte por etapas según la importación que se mantenga desde el Altiplano, dejando así planteadas las vías de exportación en especial hacia Brasil.

Martínez advirtió que esa obra deberá darse con rapidez ya que sostuvo que “en dos años debería estar”.

Mientras en los análisis que realiza el gobierno no se pasa por alto la posibilidad de que el año que viene no sea necesario contar con el buque regasificador que funciona en Bahía Blanca, un cambio que es más una carta política que un eje nodal del sistema, la tercera pata del plan del gobierno con el gas está en las tarifas.

Martínez enfatizó a Energía On que no se esperan más aumentos en las tarifas de gas y luz en el resto del año al indicar que “el presidente y la vicepresidenta decidieron este año que ya hay muchas dificultades, y por eso no tener un impacto en cuanto a las tarifas, así que esa fue la decisión que trasladamos”.

Mientras a nivel legislativo avanza el proyecto de ley de Zona Fría que llevaría un subsidio de entre el 30 y el 50% del costo de la energía para 3,1 millones de usuarios, Martínez también ratificó que se avanza en la segmentación de tarifas.

Planteó que “hay que ir a una relación entre las tarifas y los ingresos, que vayan evolucionando, pero que tengan una relación porque lo que queremos es que aquel que no pueda pagar el costo de la energía pueda acceder a la misma subsidiada o cubierta y eso implica que aquel que sí pueda pagar no es necesario que el Estado haga ese esfuerzo”.

El titular de Energía aseguró que “el objetivo no es diferenciar tarifas sino asignar subsidios de una forma más eficiente”.

De aprobarse, como se espera, el proyecto de ley de Zona Fría, casi la mitad de los usuarios del sistema de gas por redes pasarán a contar con el subsidio que abarca tanto a las familias más humildes, como a las más pudientes.


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