Aumenta el riesgo de una guerra civil en Irak: 50 muertos, ayer

Detonan otra bomba en Kerbala, una ciudad chiíta considerada sagrada.

BAGDAD (AP y DPA).- La amenaza de guerra civil en Irak continúa expandiéndose, luego de la detonación de un carro bomba en Kerbala, una ciudad chiíta considerada sagrada, y la matanza de 13 miembros de una familia chiíta en el noreste de la capital. Por lo menos 50 personas murieron en los diferentes episodios violentos de la víspera.

De poco parece haber servido el despliegue de las fuerzas de seguridad para contener un nuevo brote de virulenta violencia tras el ataque contra una mezquita chiíta el miércoles pasado.

También ayer una mezquita sunnita fue atacada en Bagdad, un día después de que lanzaran explosivos contra otra en Tuz Khormato, al norte de la capital.

Por otra parte, hubo enfrentamientos a bala durante el entierro de un periodista de la cadena televisiva Al-Arabiya.

Desde el miércoles, más de 190 personas han muerto por los persistentes enfrentamientos que han puesto en pie de guerra a chiítas y sunnitas, una violencia sectaria que podría abocar a Irak a una guerra civil.

El toque de queda continuaba en efecto en Bagdad y sus tres provincia aledañas. Si bien éste fue suspendido a las 4 p.m. en casi todas las zonas, el gobierno impuso una restricción de 24 horas de movimiento vehicular en Bagdad y alrededores.

Los líderes políticos y religiosos han hecho un llamado a la calma tratando de aplacar los ánimos violentos de extremistas a ambos lados. La violencia de los últimos días podría dar al traste con los planes estadounidenses de ir reduciendo su número de soldados en Irak.

Asimismo, la frágil alianza política en la cúpula del gobierno también podría resquebrajarse de no reducirse los enfrentamientos.

El principal bloque sunnita dijo que no «dudará en reconsiderar'' su decisión de retirarse de las conversaciones políticas con el primer ministro Ibrahim al Jaafari, un chiíta, si este no cumple con sus promesas, entre otras, de reconstruir las mezquitas destruidas desde el miércoles.

Ayer, demás, un grupo de desconocidos atacaron la vivienda de Harith al Dhari, presidente de la Asociación de Eruditos Musulmanes (AMS). Durante el tiroteo contra los vigilantes y vecinos murió uno de los atacantes y cinco resultaron heridos, informó la organización de rebeldes sunnitas en su página web.

Ayer, las calles de Bagdad permanecieron vacías, al igual que el viernes. No obstante, un colaborador de dpa vio cómo bandas de encapuchados armados se movían por los barrios de la ciudad, evitando a los agentes de seguridad.

Una de estas bandas acabó con la vida de un catedrático sunnita en el barrio de Nuevo Bagdad, en el este de la capital.

 

La desesperación de la diplomacia occidental

La secretaria estadounidense de Relaciones Exteriores Condoleezza Rice, es consciente de los problemas que conlleva la destrucción del santuario chiíta para la reconstrucción del gobierno de Irak.

El santuario de Samarra es uno de los lugares de peregrinaje iraquíes más importantes para los chiítas.

Rice afirmó el viernes durante su vuelo de vuelta desde Cercano Oriente que esta explosión de violencia supone claramente un retroceso y que ahora es necesario conceder un poco de tiempo a los iraquíes.

Por su parte, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Javier Solana, advirtió en una entrevista difundida hoy en Alemania del peligro de que estalle una guerra civil en Irak.

«Hay que poner fin ya a la espiral de violencia. Irak no puede caer en una guerra civil», urgió. Solana hizo un llamamiento a «todos los involucrados a continuar con el proceso de formación de gobierno y construir una sociedad pacífica».

Por su parte, el presidente George W. Bush habló ayer a siete dirigentes políticos iraquíes en un esfuerzo por disminuir la violencia sectaria que amenaza el objetivo de un Irak autosuficiente libre de soldados estadounidenses.

La ronda de conversaciones de Bush con líderes iraquíes fue la primera desde la parcial destrucción de un venerado santuario chiíta en Samarra que tuvo como consecuencia varios días de ataques de represalia en que murieron más de un centenar de personas y decenas de santuarios y mezquitas fueron destruidos o dañados. Hay temores en Bagdad y en Washington de que Irak podría estar al borde de la guerra civil casi tres años después de la invasión de Estados Unidos y sus aliados para derrocar al régimen de Saddam Hussein.

Notas asociadas: ESCENARIO: ¿Quién fogonea este conflicto? ¿A quién favorece? HISTORIA: Sunnitas y chiítas, dos concepciones del mundo musulmán Sacarán los tanques a la calle, advierte el gobierno de Bagdad  

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