Caso Opazo: muy pocos indicios contra el imputado

CIPOLLETTI (AC).- Muy pocos elementos aparecieron hasta ahora en contra de Fabián González. Se sabe que el imputado se alejó de los familiares de las víctimas después del hecho, que pretendió tener una relación amorosa con Yanet Opazo, que por testimonios de «oídas» se lo mencionaba como sospechoso en esa época, y que no iba a cazar patos con su revólver calibre 22 como él dijo en la indagatoria. No mucho más.

Si bien se habló de las supuestas amenazas con un arma de fuego que le habría hecho a un testigo, el testigo lo negó. Sólo quedó en pie que «tenía la mala costumbre de amenazar» y que se exaltaba con facilidad. Se dijo también que estuvo auxiliando a las víctimas poco después del crimen -al menos la sobreviviente lo menciona como parte del grupo- pero otros testigos no lo recuerdan.

Es evidente que la jornada de mañana será decisiva para saber cuál será el futuro de González en la causa Opazo. Para el viernes están citados los peritos que realizaron las pericias balísticas a su revólver calibre 22, por el que llegó a debate.

En la audiencia de ayer, ni siquiera se pudo agregar con fuerza una presunción que está en el expediente. Si bien la testigo Valeria Navarrete, amiga de las víctimas, reiteró ayer que un ex novio suyo una semana antes del crimen le comentó: «No te juntes con esas chicas (por las víctimas) porque algo les va a pasar», el hombre, que se crió con González en el barrio Labraña y también estaba citado ayer, lo negó. «Nunca dije eso», enfatizó Roberto Meneses, quien agregó una frase que no expresó en la instrucción. «Te voy a hacer mierda», dice que le manifestó Navarrete cuando culminó la relación sentimental que tenían en 1993.

El Tribunal no pudo realizar un careo entre ambos porque por este mismo hecho Meneses fue procesado y sobreseído.

Según la joven, que por entonces tenía 17 años, Meneses no le dio detalles del porqué de esa frase. Pero tampoco a ella se le ocurrió advertirle a sus amigas ni lo declaró después del hecho.

Navarrete y Meneses fueron los primeros testigos ayer. Luego declaró Rosa Clemencia González, la madre de Héctor Marcelo Sáez, uno de los primeros involucrados en el caso.

La mujer no ratificó una situación que le habría ocurrido. En la instrucción relató que en una ocasión se topó con Fabián González quien le dijo que él «iba a andar con las señoras, no con las chicas jóvenes».

González afirmó que no recordaba este episodio, que podía considerarse una falta de respeto hacia ella. «Capaz que lo dijo como un chiste y yo me lo tomé en serio», aventuró la mujer.

La testigo no tuvo memoria para esta situación pero sí para brindar detalles de lo que ocurrió con su hijo. Habló de la golpiza que recibió Sáez en la comisaría y de las presiones que tenían para que culparan a otras personas (ver aparte).

Para la acusación, el dato más concreto que quedó en la jornada de ayer en base a los relatos de amigos de González, es que cuando el ahora detenido iba a cazar patos, llevaba gomeras o una escopeta. No un revólver, como el imputado expresó en su indagatoria.

Por lo demás, desde el lunes se agregó la pretensión de González de tener una relación sentimental con Yanet, aunque nadie los vio juntos. Sólo se sabe que la chica (que por entonces tenía 20 años) recibía cartas que él le mandaba.

El nombre de Claudio Kielmasz no deja de aparecer en las audiencias. Ayer fue por el testimonio de Rosa Clemencia González, quien recordó que un día viendo televisión, su madre vio a Kielmasz y dijo: «yo conozco a ese muchacho porque venía a la iglesia evangélica». Y le comentó también que «lo vio en el baldío cuando mataron a la finadita Yanet Opazo».